En la vetusta y decadente, aunque suntuosa, sede de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (AEAE), donde más de 150 años contemplan a los asociados y visitantes, se congregaron esta semana tres escritoras radicadas en Madrid, aunque muy viajeras, para presentar sus últimas producciones literarias en compañía de amigos y curiosos.
Las tres escritoras tienen como nexo de unión a Madrid, dos son madrileñas de pura cepa y la tercera es habanera, pero con muchos años en el Viejo Continente. La Asociación de Corresponsales de Prensa Iberoamericana (ACPI) y la AEAE organizaron el encuentro de estas tres mujeres creadoras que tuvieron a Sully Fuentes, presidenta de ACPI como animadora y nexo de unión entres ellas.
La asociación de escritores, probablemente la más longeva de nuestros lares, la preside con su característica bonhomía, el corresponsal, periodista, historiador, poeta y, por qué no decirlo, político, Juan Van Halen, perteneciente a una saga de políticos peculiares y extravagantes. Como periodista y articulista es en las páginas del ABC en las que encuentra cobijo. “El periodismo es una parte fundamental de la literatura y aunque estemos en época de vacas flacas, el lenguaje escrito, aunque sea en hojas volanderas, sirve al pensamiento”, dijo en el encuentro el vate de Torrelodones.
Pero, continuó manifestando, en su disertación, más ideas peliagudas y peligrosas: “el ego es una superestructura inútil que sólo hace que crear fronteras”. ¡Toma ya! Sobra ego y más a los editores que a los escritores. Qué razón tiene el poeta-político cuando señala que “no somos nadie nada, como ya dijo el gran poeta lisboeta Fernando Pessoa”. Pero las que si son alguien son las tres escritoras que hoy concitan nuestra atención
Mercedes Campos publica su novela “Alicia lo sabe”, una historia muy real a través de la cual descubriremos que no hay una verdad absoluta, o que todo son verdades, dependiendo de la perspectiva. Cada uno tiene su visión de la realidad; solo una persona ve el todo. La autora, fue definida por Sully Fuentes como una “persona rica en valores y generosa. Un ejemplo de resilencia”, término que ahora está tan de moda. Mercedes tenía algo que contar y por eso dejo su carrera como traductora para escribir esta historia que se desarrolla en el elegante barrio del marqués de Salamanca, a espaldas del no menos distinguido Museo Lázaro Galdiano.
“La escritura sirve para denunciar y, por supuesto, para juzgar"
Ana Lucía Ortega cuenta en “Vivir fingiendo” ciertos hechos reales que la acontecieron en La Habana, en sus tiempos de estudiante universitaria y refiere la manipulación que la juventud cubana sufre por los obsoletos prebostes comunistas que siguen gobernando la isla con mano férrea, sin saber lo que es la democracia. “Mi novela es un paseo sensorial por La Habana vieja. Un mestizaje de dos continentes que he querido contar”, apuntó la habanera y añadió “la literatura es para imaginar que no para juzgar”. Algo que puntualizaría Van Halen al final del acto. Ya que para él, “la escritura sirve para denunciar y, por supuesto, para juzgar".
La última escritora en tomar la palabra fue Lourdes Tello que debuta con “Amor entre leyendas”, una novela con un toque romántico y muy familiar que se desarrolla por varias ciudades de nuestra península y en alguna que otra paradisiaca isla chicharrera. Un viaje de los sentidos y de las emociones a través de Gloria que rememora en primera persona su vida universitaria. “Una escribe para si misma pero que también para que sirva al lector para verse implicado en la trama”, concluye esta joven madrileña.
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