Los resultados demuestran que la actividad cerebral se
dispara cuando el lector encuentra palabras inusuales o frases con una
estructura semántica compleja, pero no reacciona cuando ese mismo contenido se
expresa con fórmulas de uso diario.
Esta fue la conclusión a la que llegaron los expertos en
ciencia, psicología y literatura inglesa de la Universidad inglesa que
monitorizaron la actividad cerebral de 30 voluntarios a los que se les dio para
leer primero fragmentos de textos clásicos y después esos mismos pasajes
traducidos a "lenguaje coloquial". Los individuos potenciaban su
atención cuando leían textos de literatos ingleses como Henry Vaughan, John
Donne, Elizabeth Barrett Browning o Philip Larkin.
Además, se ha podido observar que la poesía resulta más útil
que los libros de autoayuda, pues según palabras del profesor encargado de
presentar el estudio, la poesía no es sólo una cuestión de estilo, sino que
afecta al hemisferio derecho del cerebro, donde se almacenan los recuerdos
autobiográficos, y ayuda a reflexionar sobre ellos y entenderlos desde otra
perspectiva.