La interrelación entre crecimiento tecnológico y democrático está sobrevalorada
Según Morozov, la interrelación entre crecimiento tecnológico y democrático está sobrevalorada. El estudioso lo llama la “fantasía salvaje de los ciberutopistas” y se retrotrae hasta la Guerra Fría para fundamentar sus afirmaciones: el autor compara, por ejemplo, los pasquines que se distribuían en la Alemania Oriental a favor del capitalismo con las críticas políticas de blogueros a regímenes dictatoriales, como los que ocupan gran parte de los países del Norte de África.
Para él, la blogosfera no es unidireccional y los movimientos autoritarios también controlan a la opinión pública a través de la propaganda y la contra información. Además, estos se nutren de las mismas herramientas que los ciberrevolucionarios para desarrollar la censura y lo más importante, para fomentar el entretenimiento en la red creando una suerte de sociedad cautiva de internet.
¿Son las redes sociales en verdad útiles para el desarrollo democrático?
Provocador, diferente, incisivo, el joven Evgeny Morozov, columnista habitual de El País, pone en duda el poder de la aparentemente omnipresente y todopoderosa sociedad digital.
Pese a lo mucho que se habla del poder democratizador de internet, los regímenes de Irán y China siguen estables y represivos. De hecho, según Morozov, los gobiernos autoritarios están utilizando internet para aplastar la libertad de expresión, perfeccionar sus técnicas de vigilancia, diseminar propaganda innovadora y apaciguar a la población con entretenimiento digital.
Al decantarse a favor de la presunta naturaleza democratizadora de la red, los buenos samaritanos occidentales tal vez estén pasando por alto que la red mundial consolida a los dictadores, amenaza a los disidentes y dificulta ?en vez de facilitar? el fomento de la democracia. Armado de pruebas concluyentes, Morozov demuestra por qué hemos de dejar de pensar que internet y los medios sociales son liberadores per se, y por qué iniciativas ambiciosas y en apariencia nobles como la promoción de la «libertad en internet» pueden tener desastrosas implicaciones para el futuro de la democracia en su conjunto.
La Doctrina Google
«Occidente ha tardado en descubrir que la lucha por la democracia no se ganó en 1989. Durante dos décadas ha estado durmiendo en sus laureles, a la espera de que Starbucks, MTV y Google se encargaran del resto. Este enfoque liberal de la democratización ha demostrado su impotencia ante el autoritarismo floreciente, que se ha adaptado de manera magistral a este nuevo mundo hiperglobalizado.»
«El autoritarismo de hoy es amigo del hedonismo y el consumismo, de forma que Steve Jobs y Ashton Kutcher merecen mucho más respeto que Mao o Che Guevara. No es de extrañar que Occidente parezca desorientado. Mientras que los soviéticos pudieron ser liberados agitando la varita mágica de los tejanos, las máquinas de café exclusivas y el chicle barato, ese truco no vale para China. Al fin y al cabo, de ahí proceden todos esos bienes de consumo occidentales.»
La Des/ilusión de la Red
«Una vez estallan, las burbujas bursátiles poseen escasas consecuencias letales. En cambio, las burbujas democráticas podrían conducir con facilidad a una carnicería. La idea de que internet favorece a los oprimidos antes que al opresor resulta falseada por lo que yo llamo «ciberutopismo»: una fe ciega en la naturaleza emancipadora de la comunicación en línea, que descansa sobre una tozuda negativa a reconocer sus inconvenientes. Los ciberutopistas se dispusieron a construir unas Naciones Unidas nuevas y mejoradas, pero acabaron con un Cirque du Soleil digital.»
El lado oscuro de las revoluciones Twitter
«La de Irán parecía una revolución que el mundo no sólo estaba contemplando, sino también blogueando, tuiteando, googleando y youtubeando. Bastaban unos cuantos clics para ser bombeardeado por hipervínculos que daban la impresión de arrojar más luz sobre los acontecimientos de Irán (de manera cuantitativa más que cualitativa) que cualquier información transmitida por lo que a los tecnólogos les gusta llamar de forma condescendiente medios tradicionales.»
«La Revolución Twitter de Irán reveló el intenso anhelo occidental de un mundo en el que la tecnología de la información sea el libertador en lugar del opresor, un mundo en el que la tecnología pueda ser cosechada para esparcir la democracia por todo el globo, en lugar de afianzar las autocracias existentes.»
Más sobre el autor:
Evgeny Morozov (Soligorsk, Bielorrusia, 1984) es Schwartz fellow en la New American Foundation y colabora con las revistas Foreign Policy y Boston Review. Ha sido Yahoo! fellow en el Instituto para el Estudio de la Diplomacia de la universidad de Georgetown y profesor en el Open Society Institute de Nueva York, y en la actualidad es becario visitante en la universidad de Stanford. Sus reflexiones sobre tecnología e internet se publican en El País, The Economist, Newsweek, The Wall Street Journal, The International Herald Tribune, The Boston Globe, State, Le Monde, Frankfurter Allgemeine Zeitung, The San Francisco Chronicle, Prospect, Dissent y muchas otras publicaciones, además de en la CNN, CBS, SkyNews, CBC, Al Jazeera International, France 24, Reuters TV, NPR, BBC Radio 4 y BBC World Service. Evgeny Morozov participará del 14 al 16 de junio del II Encuentro Internacional de Comunicación Política en Bilbao.
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