Esta es una novela de silencios, de verdades no dichas, de sombras que escuchan tras la cortina, de secretos, de habitaciones cerradas. Care Santos desgrana en esta obra, la más ambiciosa de su carrera hasta el momento, las miserias familiares de una insigne saga de la Barcelona de finales del siglo XIX e inicios del XX.
Habitaciones cerradas es un viaje literario a una ciudad emergente y cambiante y a una familia con demasiados secretos; pero, sobre todo, es un viaje interior al corazón de su protagonista.
Violeta Lax está casada con un escritor de éxito, tiene gemelos y vive en Chicago, donde dirige el Art Institute. Una carta llegada desde Nesso, un pueblecito cercano al lago Como, la aventura hacia una odisea, hacia lo más profundo de su propia identidad.
Esta búsqueda tiene su punto de partida en el palacete de Paseo de Gracia de sus antepasados, en el que había vivido su abuelo, Amadeo Lax, un importante pintor novecentista. Animada por el estudio de la obra de su abuelo, del que apenas recuerda el día de su entierro en la gran casa, Violeta se adentra en una investigación familiar, que la lleva hasta numerosas habitaciones cerradas, que deberá decidir si abre o no. ¿Quién fue realmente su abuelo? ¿Qué sucedió con su abuela, Teresa, de la que todos dicen que huyó a América con un amante? ¿Quiénes fueron realmente los Lax? Y quizá, la más importante, ¿quién es Violeta Lax?
Habitaciones cerradas no puede enmarcarse en un género, no resiste las etiquetas absolutas. Tiene parte de novela costumbrista, de entrega de misterio, de viaje interior, de narración histórica. Por ello, el lector se sumerge en la historia, en sus personajes, en las emociones que subyacen en sus voces, sin detenerse a contemplar el paisaje narrativo. Sin embargo, el escenario es importante.
Care Santos nació en Mataró (Barcelona) en 1970. Estudió Derecho y Filología Hispánica. Aunque inició su carrera como periodista en el Diari de Barcelona, ABC y El Mundo, en el que aún colabora como crítica literaria, rápidamente debutó en 1995 con el volumen de relatos, Cuentos cítricos.
Han pasado más de 15 años y su reconocimiento crece cada día. Ha publicado seis novelas, otras seis recopilaciones de relatos, una veintena de novelas juveniles, varias sagas infantiles y dos libros de poemas; y se le acumulan los premios, desde el Ateneo Joven de Sevilla de Novela al Barco de Vapor. En 1997, publicó su primera novela El tango del perdedor. Dos años después, con Trigal de cuervos, ganó su galardón, otorgado por Algaida. Arrancó el milenio con Aprender a huir, a la que siguieron El dueño de las sombras, El síndrome Bovary, La muerte de Venus (finalista del Premio Primavera) y Hacia la luz.
Como narradora para jóvenes, Santos es uno de los nombres más leídos de nuestro país. Entre sus obras destacan Bel. Amor más allá de la muerte y El dueño de las sobras. Para primeros lectores, creó la serie El genio Ifigenio.
Fue fundadora y presidenta de la Asociación de Jóvenes Escritores. Actualmente, es coordinadora de contenidos de la página de crítica literaria La Tormenta en un vaso. También mantiene una bitácora personal.
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