Teresa Pla Meseguer, La Pastora, nació mujer pero murió hombre. Es una protagonista única y Alicia Giménez Bartlett ha encontrado un personaje excesivo y dramático para conformar una novela intensa y rompedora. "La obra gira alrededor de este personaje, muy especial y emblemático, que ha sido un mito en una zona comprendida entre las provincias de Castellón, Tarragona y Teruel", señala la novelista en la presentación de la obra.
La Pastora entró en el maquis en plena posguerra franquista, no por motivaciones políticas, "ya que ella no era comunista", según dice Giménez Bartlett sino por motivaciones sociales más que ideológicas, desarraigada de su familia, abandonada por su madre a la edad de nueve años, se crió en los campos entre rebaños y animales, donde ella se encontraba mejor. En el maquis aprendió a leer y a escribir y a tener una compañía de la que había carecido hasta entonces.
La novela surgió al leer el libro La Pastora. Del monte al mito, del periodista local de Vinarós José Calvo, que como reconoce la autora "sin él nunca hubiera podido escribir la novela. Tengo un agradecimiento personal hacia él", dice. Y lo dice en público y en la dedicatoria del libro.
Para la autora, la novela no pertenece al género histórico, "es más bien una obra psicológica que intenta desentrañar lo que había de humana en una bandolera", una guerrillera que la guardia civil nunca pudo arrestar y sólo fue una delación de un antiguo compañero del maquis por la que los gendarmes andorranos la pudieron detener y entregar a la policía española. Este fue uno de los motivos que acrecentaron su aura de ser casi inexpugnable.
Alicia Giménez Bartlett reconoce que el personaje de La Pastora, "me ha fascinado y horrorizado hasta llegarme a conmover", pero no le ensalza, más bien al contrario, como reconoce rotunda: "no admiro nada a La Pastora". Es por tanto una visión muy aséptica la que tiene de la bandolera partiendo de que "el material que tenía entre manos era de oro puro, por lo tanto era muy difícil dar en el clavo y por eso he procurado echar el freno", señala.
El objetivo de la obra, para la autora, es el acercar a un mito a lo humano, mito que años después de encancelarle se relataba en literatura de cordel por los pueblos de la zona levantina. A finales de los cincuenta y principio de los sesenta todavía quedaban personas que iban de pueblo en pueblo con un puntero y unas láminas contando historias truculentas de asesinatos o bandoleros y a Teresa Pla también la cantaban en tonadas populares que los niños cantaban en las plazas de los pueblos mientras jugaban a rayuelas y saltos de cuerda.
La obra refleja de manera fiel una época terrible de España desde un punto de vista psicológico que hace que el lector quede fascinado por lo que lee. La prensa de la época escribía de la protagonista que "era una hiena sin sentimientos" y en algo tenía razón, porque sus sentimientos nunca pudo expresarlos ya que por su condición hermafrodita era considerada mujer por los hombres y hombre por las mujeres. Como prueba de ello comenzó su condena en una cárcel de mujeres y la terminó en una de hombres.
La obra transcurre en 1956, cuando un médico francés, Lucien Nourissier, se pone en contacto con un periodista barcelonés que escribe en La Vanguardia para encontrar a La Pastora y poder analizarla. El viaje para encontrarla tiene mucho de cervantino: dos personajes dispares pero complementarios. Como gusta a la novelista afincada en Barcelona en su serie de novelas policíacas, son también dos los protagonistas de características opuestas, que se juntan para una aventura incierta y peligrosa, uno idealista y quijotesco, otro realista y pegado a la tierra.
A partir de ese encuentro el lector irá conociendo la historia de la bandolera, ser solitario y sin identidad, acostumbrada a vivir en la naturaleza. Por una parte conoceremos en primera persona su historia pasaday por otra la realidad de ese año 1956 de la mano de los dos protagonistas. La autora añade un epílogo donde cuenta de manera somera unos datos históricossobre la vida de la famosa bandolera, su periplo por las cárceles y su final en la casa de un funcionario de prisiones que, conmovido por su historia, la acoge en su casa.
Alicia Giménez Bartlett nació en Almansa (Albacete), y vive desde 1975 en Barcelona. Estudió el bachiller en Tortosa y fue allí donde oyó hablar por primera vez de La Pastora. Su serie de novelas policíacas de Petra Delicado la han convertido en la autora de este género más leída en el mundo. Ha recibido por ello los prestigiosos premios Grinzane Cavour en Italia y el Raymond Chandler en Suiza. El Premio Nadal de Novela de 2011 es su primer reconocimiento en España que, estamos seguros, no será el último.
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