Decir novela gótica es sinónimo de muertes, desapariciones, crímenes espantosos, castillos medio derruidos, puertas y ventanas que se abren y cierran de forma estrepitosa y hechos sobrenaturales que deambulan por las páginas de este tipo de novelas. Pero es en La urna sangrienta o El panteón de Scianella donde se llega a la mejor esencia de este tipo de literatura en España, pues está considerada como el máximo exponente de la novela gótica en España. Este género ya lo trataron escritores como Antonio Ros de Olano, Gustavo Adolfo Bécquer en su Leyendas en prosa, José Zorrilla, con sus leyendas en verso, Miguel de los Santos Álvarez y Pedro Antonio de Alarcón con algunos de sus Cuentos.
El libro fue presentado por la editora Ofelia Grande de la editorial Siruela, por el poeta y filólogo Luis Alberto de Cuenca y por la responsable de la edición del libro, la doctora Mirian López Santos, que ha escrito una magnífica introducción al libro en la que relata la vida y obra de Pascual Pérez y Rodríguez y explica el desarrollo que este tipo de literatura tuvo en España y en el resto del mundo.
Ofelia Grande señala que “en el mes que lleva el libro en la tiendas se está vendiendo muy bien y creemos que ha sido un gran acierto su publicación”. Evidentemente es así, porque la novela pertenece a un tipo de literatura bastante desconocido y poco tratado en los manuales de literatura. Llegó a España después de su desarrollo en Europa. Mientras que en ésta se expandió a finales del siglo XVIII, en España no llegaría y se desarrollaría hasta comienzos del XIX.
El poeta Luis Alberto de Cuenca ha escrito también un pequeño prólogo en el libro, como siempre con una erudición rayana en la perfección documentalista. Éste filólogo, que lo mismo escribe una canción a la Orquesta Mondragón, que presenta las últimas andanzas del Capitán Trueno, es un intelectual riguroso que pretende en sus escritos dar a conocer capítulos o géneros poco divulgados de nuestra literatura. Se mostró muy orgulloso por haber participado en la iniciativa de editar un libro casi perdido y muy poco conocido.
“El libro viene a ocupar un nicho de mercado que no se ha explotado hasta el momento y que no es un libro para un público minoritario sino que aspira a ser mayoritario y conocido”, afirma el poeta madrileño. Durante el acto se mostró protector hacia la editora, casi como el profesor que apoya y protege a un alumno, en este caso alumna predilecta y por la que siente el más sincero aprecio por la labor realizada.
La urna sangrienta o El panteón de Scianella fue publicada en 1834 por el ex sacerdote Pascual Pérez Rodríguez y es su tercera obra tras las novelas La torre gótica o El espectro de Limberg (1831) y El hombre invisible o Las ruinas de Munsterhall (1833) que esperemos sean también recuperadas. Fueron publicadas todas ellas por la editorial valenciana de Mariano Cabrerizo.
Para la editora Mirian López Santos la novela de Pérez y Rodríguez se puede incluir dentro del género denominado “gótico racional” que se desarrolló en España en el primer tercio del siglo XIX, como continuación del romanticismo y que representa un punto medio entre el conservadurismo de la escritora británica Ann Radcliffe, que ubicaba sus novelas en paisajes exóticos de Escocia o del sur de Italia, “y el sadismo más perturbador”.
La urna sangrienta es la “prueba del algodón de la existencia de una novela gótica española”, apostilló el poeta y claramente muestra las “raíces” de las actualmente muy populares novelas góticas. “El lector enseguida reconocerá en esta novela muchos de los tópicos y elementos de la saga Crepúsculo y otras obras o series de televisión con una temática similar”, apuntó la editora López Santos.
Es el terror la esencia de la novela gótica, en palabras de Miriam López, quien explicó que el hilo conductor de La urna sangrienta es, como en toda novela gótica clásica, el enigma o el misterio vinculado a un ser extraño “que da lugar al conflicto tópico entre la fe y la razón y el triunfo del irracionalismo”; la presencia sobrenatural de una sílfida que se presenta al protagonista de la novela, Ambrosio, un ser malvado, pero obsesionado con el amor de Mandina, que provoca “situaciones muy aterradoras”.
Este tipo de novelas se han clasificado hasta ahora como novelas históricas y ha sido difícil localizarlas por ese motivo. El periplo que tuvo que seguir la editora fue de lo más estrambótico, ya que no se conservaba ningún ejemplar en la Biblioteca Nacional. La novela fue publicada por la editorial de Mariano Cabrerizo en dos pequeños volúmenes que afortunadamente se conservaban en el Archivo Municipal de Madrid, en la Universidad de Málaga y en el Casino de Murcia.
Finalmente, la responsable de la edición del relato, la leonesa Mirian López Santos señaló que “toda la arquitectura del terror está en la novela romántica y se tendría que ver el romanticismo de otra manera”. “La urna sangrienta tiene toda la escenografía del terror y el personaje malvado que muestra lo peor del ser humano”, añadió. Por lo tanto, para ella el autor Pascual Pérez y Rodríguez fue “aunque la historia de la literatura lo haya pasado por alto, uno de aquellos grandes personajes de la primera mitad del siglo XIX que contribuyó a mejorar el estado de nuestras letras”. Esperemos que esta recuperación sirva para llenar uno de los muchos vacíos que hay en la historia de nuestra literatura.
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