POMPEYA: COMIENZA LA AVENTURA de Kim M. Kimselius
jueves 23 de octubre de 2014, 13:23h
POMPEYA: COMIENZA LA AVENTURA de Kim M. Kimselius: por la autora superventas de la literatura nórdica
Por Felipe Velasco
¿Qué sentiría si viajase en el tiempo a la Antigua Roma, una nación desconocida, sin tener a nadie allí? ¿Cómo haría para que no piensen que está mal de la cabeza? La respuesta a estas preguntas la aporta Kim M. Kimselius en su novela juvenil Pomeya: Comienza la aventura.
Ramony está de viaje de estudios en las ruinas de la ciudad de Pompeya. Se siente mal al ver los moldes de yeso de los que fallecieron en la erupción del volcán que arrasó la ciudad. Se sienta para descansar y se queda dormida. Cuando es despertada bruscamente ve una Pompeya viva. Ella comprende que ha sido trasladada en el tiempo a Pompeya ¡antes de la erupción! Se asusta muchísimo. Sabe que la ciudad va a ser devastada, que toda la gente morirá, incluso Theo y ella, si no escapan de allí a tiempo. Pero no sabe cuándo el volcán destruirá la ciudad, si será dentro de un siglo, en diez años o en diez minutos…
Pompeya: Comienza la aventura nos traslada a esta ciudad que fue devastada por completo por el volcán Vesubio. Una visita guiada al museo en el que se guardan los restos nos muestra el estado de conservación de la ciudad tras la catástrofe natural y cómo se han colegido las esculturas que lo adornan a partir de los datos procedentes de las cenizas. Pero las ruinas actúan como puerta del tiempo y llevan a la protagonista Ramona a la verdadera Pompeya días antes de la erupción.
A partir de este punto no sabemos cómo le fue posible comunicarse a la estudiante con los romanos de Pompeya: ella no habla latín ni ellos hablan el sueco del siglo XX. Este pequeño detalle que tanto se ha cuidado en otras novelas de viajes en el tiempo (los personajes aprenden las lenguas de la época o son trasladados a su mismo país, por lo que la comunicación puede ser posible), es peor al ser una obra que va al grano y busca un ritmo trepidante con una acción que no se detenga: se ha omitido este pequeño detalle.
A pesar de esto, la novela es original: cuenta lo que sucedió en el pasado como lo veríamos en el futuro. Aunque se diga que no podemos mirar al pasado ni considerarlo desde el presente, esta autora no lo hace nada mal. Además, la protagonista se ve con el reto de salir adelante en una sociedad muy distinta a la suya y lo hace estupendamente. Fragua amistad con jóvenes ciudadanos de Pompeya y les intenta convencer de que crean que el Vesubio va a arrasar su ciudad. La autora consigue transmitir la frustración de Ramona cuando nadie la escucha ni confía en ella aunque ella sabe lo que pasó.
La historia, narrada en tercera persona, y pese a ese salto temporal al que he aludido, es lineal y amena, con grandes descripciones, facilitando una lectura ágil y entretenida.
En definitiva, el libro es una gran novela juvenil de una escritora sueca que sorprendió a propios y extraños en 2007 vendiendo en una semana más de once mil ejemplares. La novela es la primera entrega de las aventuras de Theo y Ramona que esperemos que salgan traducidos al español próximamente.