La Fundación Banco Santander presenta "Poesia y creación" de Vicente Huidobro en su Colección Obra Fundamental
El catedrático de Lengua y Literatura Española de la Università degli Studi di Bergamo, Gabriele Morelli, ha realizado la antología más completa de Vicente Huidobro en un volumen que rescata su último poema, Hermanos, y cartas inéditas del poeta inventor del creacionismo. Recupera así la figura y obra de este poeta chileno "antipático" y "generoso" según Morelli, "fundador de la vanguardia" y "renovador de la lengua española" con su poesía "creativa".
En Poesía y creación, Morelli repasa la vida y obra de este autor chileno excéntrico y millonario a través de sus poemarios, manifiestos. "Huidobro que nació en 1893 y falleció en 1948, propugna una estética y poesía basadas en la sugestión más que en el significado directo de la palabra", sintetiza el catedrático italiano en la presentación a los medios de comunicación.
Grabiele Morelli cree que la apuesta de Vicente Huidobro por la modernidad y por una nueva poética basada en "imágenes inventadas" y no en la mera descripción de los objetos, hechos o las emociones, le caracterizan como un poeta único y singular. Para el propio poeta, según palabras del catedrático, "el poeta es un inventor. Fue un hombre que tenía fe en la poesía y en la creación".
En 1916, con 23 años de edad, con su mujer, hijos, un criado negrito, una vaca y muchos millones, se embarcó en un vapor con destino a España, "llevaban una vaca para que sus hijos tuviesen leche fresca durante el viaje. Hay que tener en cuenta que su mujer era una persona de posibles, su linaje se remonta hasta Alfonso X el Sabio", cuenta el antólogo italiano.
No fue bien recibido en España y se va a París donde conoció a Picasso y a Juan Gris, entre otros. En 1918, regresa a España y publica sus libros creacionistas. En esta época comienza una gran amistad con Gerardo Diego y Larrea, quienes fueron sus discípulos. Pese a esas amistades, Morelli apunta que Huidobro tenía un carácter "hiriente y excéntrico".
Ese especial carácter suyo le llevó a obtener la enemistad perpetua con Pablo Neruda, solo "arreglada" en la etapa final de su vida, cuando Neruda reconoció la valía de Huidobro y le describió como un "poeta de cristal, que brilla en todas partes". También fue dramática su relación con las mujeres: casado con Manuela Portales, se enamoró locamente de una quinceañera chilena de buena familia, Ximena, con la que huyó a París, donde tuvo que esconderse perseguido por los sicarios que mandó la familia de su enamorada.
Para Gabriele Morelli, Huidobro era un "polemista irreductible", al que su amigo Juan Larrea reconvenía en 1935 diciéndole, "¿No podrás nunca, Vicente, anular con la comprensión ese aspecto de tu temperamento que te pone a merced de cualquiera que te desafía?". Y es que el propio Neruda señaló del poeta chileno, como recoge en su prólogo Morelli, que "el verdadero enemigo de Vicente Huidobro fue Vicente mismo", tras una vida enfrentados, hasta que el poeta, poco antes de morir, visitó a Neruda "como chileno, y como amigo", afirma en Confieso que he vivido el propio Neruda, a quien Huidobro llamó en su momento "infame", "pequeño canallete" y "el Bacalao".
De familia noble, rebelde y agresivo, la historia de la literatura de vanguardia lo consagra como fundador del creacionismo, aunque su polémica por el copyright con Reverdy fue uno de los episodios más sonados que contribuyó a aumentar su reputación de pendenciero, así como más tarde sus ínfulas contra los ultraístas de Guillermo de Torre (próximo volumen de Obra Fundamental), Neruda, etc. El propio Gerardo Diego le ve dominado por "sus terribles pasiones y pueriles vanidades". Un revolucionario de la palabra, y eso es Guerra al cliché, uno de sus lemas en el ensayo Pasando y pasando.
La gruta del silencio o Canciones en la noche son sus primeros poemarios, y pronto abandonará Chile para trasladarse a Europa, París, pasando por Buenos Aires, donde en 1916 hablará por primera vez del creacionismo. En El espejo de agua deja una de sus insignes definiciones, "Que el verso sea como una llave que abra mil puertas". El poeta, para Huidobro, es "un pequeño Dios".
Amigo de Apollinaire, Breton, Eluard, Cocteau, Tzara, y por supuesto, Juan Gris, con el que le uniría una amistad muy profunda y colaboración literaria, sólo truncada, según Larrea, tras no querer reconocer Huidobro que había inventado la noticia de su secuestro en un truculento episodio. También fue dramática su relación con las mujeres: casado tres veces, con Manuela Portales, Ximena y Raquel Señoret, además dejó un elegante muestrario de rarezas, como viajar a Mallorca en 1932 para comprar ruiseñores y aclimatarlos en Chile o como militante del comunismo chileno presentarse a presidente con el programa de crear la República de Andesia.
Jorge Edwards se refiere a Huidobro como un poeta "ambivalente, que vacila entre el Génesis y el Apocalipsis", entre la destrucción y la recreación del renacimiento. De la importancia de Huidobro en la literatura de vanguardia y en castellano habla Darío Villanueva sobre sus coqueteos con el Nobel: "el académico Kjell Espmarkd revela al respecto la absoluta falta de comprensión hacia la estética del creacionismo que revelan los dictámenes que rechazan, en 1926, precisamente su candidatura".
Lo que ha hecho Fundación Banco Santander, en palabras de su director, Borja Baselga, es "recrear en este nuevo volumen el universo literario y humano más completo hasta ahora de uno de los grandes poetas iberoamericanos. Un manual imprescindible para cualquiera que quiera conocer en profundidad la figura de Huidobro".
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