Es muy difícil aglutinar tal cantidad de datos históricos de un periodo tan importante en tan pocas páginas de manera tan sencilla. Es hacer fácil lo difícil, lo que me habla de un magnífico historiador que disfruta con la tarea de investigación (esto es raro, pero raro, raro, raro) y esto se nota.
Evidentemente es la primera novela de Luis y la ha cogido con mucha precaución, pero nos da muchas pistas que nos dicen que su opera prima está por llegar, y cuando sume a su absoluto dominio de la historia y su manera sencilla de analizarla (sería un magnífico profesor de historia) una capacidad de vestir más la novela, va a hacer grandes cosas. Dicho de otro modo, el día que este muchacho se decida a cambiar la historia novelada por novela histórica, va a ser uno de los grandes novelistas del género.
Os recomiendo la obra. Narra los vericuetos de la batalla con maestría, y nos da estupendas pistas sobre la manera de luchar, los trajes, la arquitectura, los pintores y sus obras, la estructura de la armada y los tercios, los modos de la guerra, y los personajes en su más estricta figura.
Yo, que estoy estudiando sobre la época (un poco posterior) para mi próxima novela, y que rompí la regla de no leer novela cuando me estoy documentando, fue como descubrir una pequeña joya en medio de todo el aluvión de información entre libros, trabajos, tesis, personajes, etc.
Fue como si me condensaran la información de manera tan sencilla que hasta un niño comprendería el s XVI. La verdad es que me relajó bastante de mi investigación, y sólo por eso valió la pena.
Al principio, Luis parece titubear un poco con el ritmo de la novela entre el costumbrismo y la historia, mientras nos presenta a los personajes, pero cuando entra en materia de guerra, la rapidez se dispara y te metes de lleno en una galera, como los galeotes, remeros que eran condenados a tales trabajos durante 10 años por robar una gallina, o entre el barro de Flandes.
Mi enhorabuena por su libro.
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