Una novela en la que brillan las marcas del talento de García Montero: reflexión, compromiso y una prosa cálida y tierna; donde el autor relata, a modo de diario –o, para ser exactos, de cuaderno de prácticas de un aspirante a escritor–, los tres meses de verano de León Egea –una época que cambiará para siempre la vida de este joven estudiante de Filosofía y Letras– y su relación con el mundo que le rodea, con el tiempo que le ha tocado vivir, con una mujer mucho mayor que él, con Granada –su ciudad de adopción– y con la literatura –un arte que a él se le antoja la mejor forma de rebelarse contra las injusticias, que le sirve para ajustar cuentas y que es también su consuelo y su tabla de salvación–.
Magistralmente escrita, esta novela –que a menudo suena a poema y que se presenta sin aparentes pretensiones en la trama, algo que desmiente un prodigioso e inesperado final– está llena, además, de guiños –o lecciones– de literatura: desde el modernismo de Valle-Inclán o el realismo de Galdós, a Juan Ramón Jiménez y las formas transgresoras de su poética; alusiones a grandes representantes de la Generación de los 50, como el novelista Juan Marsé o el poeta Jaime Gil de Biedma; citas a la poesía de Pablo Neruda o de Federico García Lorca; y veladas recomendaciones de grandes obras de la literatura universal como Ana Karenina, de Tolstói, El árbol de la ciencia, de Pío Baroja o Los hermanos Karamázov, de Dostoyevski.
Y es que por las páginas de Alguien dice tu nombre no solo transitan memorables personajes como Vicente Fernández, Consuelo, Don Alfonso, la tía Rosario, el profesor Ignacio Rubio o el propio León Egea –todos ellos fiel reflejo de una sociedad y una época que, equivocadamente quizás, el lector siente lejanas y que el autor recupera de la memoria–, sino también la literatura –el libro entero es un bello homenaje al arte de escribir– y la ciudad de Granada –que vio nacer a García Montero y que tanto conoce y ama–, cuyas calles y lugares emblemáticos recorre el libro en un poético paseo.
También el conocimiento y la cultura –imprescindibles para apostar por un futuro mejor– son temas recurrentes en esta novela –muchas veces suenan a reivindicación–, donde las palabras y sus definiciones cobran vida “entre la A y la G, la H y la O, y la P y la Z”, mientras saltan de las páginas de una enciclopedia –la Universo–, que León trata de vender por teléfono, desde la anodina –solo en apariencia– delegación de la editorial, o en sus visitas a los posibles compradores que pueblan la geografía de la provincia de Granada.
Emulando a Valle Inclán, y a sus series de tres adjetivos ¬–tan presentes también en esta obra–, Alguien dice tu nombre es una novela sencilla, hermosa y necesaria para quienes admiran la obra de Luis García Montero.
Luis García Montero (Granada, 1958). Catedrático de Literatura Española, es uno de los poetas más destacados del panorama literario actual, con títulos entre los que se encuentran Habitaciones separadas (Premio Loewe, 1993, y Premio Nacional de Poesía, 1994), La intimidad de la serpiente (2001, Premio Nacional de la Crítica 2003), Vista cansada (2008) y Un invierno propio (2011). Como ensayista ha publicado varios libros y artículos sobre la poesía europea contemporánea, así como ediciones críticas de Federico García Lorca, Rafael Alberti, Luis Rosales y Carlos Barral. Asimismo es autor de Mañana no será lo que Dios quiera (Alfaguara, 2009), biografía novelada del poeta Ángel González, que fue Libro del Año según el Gremio de Libreros de Madrid. Sus últimas obras publicadas son No me cuentes tu vida (2012) y Una forma de resistencia (Alfaguara, 2012). Colabora como columnista en el diario Público y en infoLibre, y en el programa de radio de la Cadena Ser Hora 25. Ha recogido selecciones de sus artículos en los libros La puerta de la calle (1997), La casa del jacobino (2003) y Almanaque del fabulador (2003).
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