Digo esto asumiendo que no hay nada extraordinario en la historia que Alicia desgrana en primera persona, poniéndose en la piel de un protagonista masculino, ya de por sí complicado ejercicio literario, porque la fuerza de esta obra radica en la manera, la forma, los matices que conforman una historia hecha a pinceladas como cuentos conexos que van armando una vida repleta de sinsabores y alegrías a partes iguales. Lo que sorprende de “La sonrisa del hombre topo” es la aparente naturalidad con la que está escrita. Detrás de esa sencillez apabullante y desnuda sólo puede haber una explicación. El talento. Talento para componer una trama de la que no puedes desprenderte mientras no la hayas terminado de leer.
“La sonrisa del hombre topo” realiza un canto a la inocencia perdida por nuestra sociedad y por todos los que la componemos desde los tópicos más previsibles. Y sin embargo, todo resulta novedoso en ella. Cada línea está escrita desde el corazón, como un grito del protagonista reivindicando todo aquello que se nos fue sin saber muy bien a dónde. Las composiciones de cada uno de los personajes, que forman un coro contundente, están muy bien trazadas. Apenas un par de adjetivos y sobre todo un recetario de anécdotas que la autora saca de su imaginación más perversa, utilizando situaciones vividas e inventadas a partes iguales, consiguen crear ese complejo pueblecito en tu conciencia. Con Alicia visitas las calles de Villalcántaro a través de los ojos de un Daniel adolescente y de igual manera llegas a las Avenidas de Madrid y Barcelona con la mirada de un inexperto, sediento de experiencias. Finalmente regresas ya maduro con una maleta hasta los topes de frustraciones y de situaciones irónicas. Precisamente algunas de esas ironías, contadas desde los desgarradores recuerdos del protagonista son los que te hacen vivir la trama como si fuera tu propia historia. Alicia ha escrito con el corazón una historia que te hace reír y llorar y recuperar sensaciones que están al alcance de muy pocos autores. Por esto y por mucho más ha sido un auténtico honor apadrinar esta propuesta en su primera presentación. Ahora solamente deseamos tener en nuestras manos una nueva historia tejida por esa perversa imaginación con la que ha contado nuestra amiga para componer su impecable primer trabajo maduro.
SINOPSIS
Villalcántaro de la Serena es un pueblo muy particular, de pequeño tamaño pero origen de grandes aventuras y sorpresas. En él residen personajes peculiares como “El Tarao” o la Tía Angustias y sus bizcochos de naranja. En conjunto forman un grupo de individuos entrañables y espontáneos que cautivarán al lector, haciéndole partícipe de todas y cada una de sus ocurrencias. Conocerás los distintos parajes singulares de Villalcántaro, como el cerro del Botón, y experimentarás un fenómeno característico de este pueblo, los llamados amores congelados.
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