La profesionalidad de David Taguas está fuera de toda duda.Trabajó como economista en el Ministerio de Economía y Hacienda hasta 1997. En ese año pasó al Servicio de Estudio del BBVA hasta 2006, cuando le reclamó Rodríguez Zapatero para dirigir la Oficina Económica del Presidente del Gobierno hasta 2008, desde donde pasó a ser presidente de SEOPAN hasta 2012 para, después, ocupar hasta la actualidad el cargo de director del Instituto de Macroeconomíay Finanzas de la Universidad Camilo José Cela de Madrid.
Después de haberle oído en sus razonamientos, está claro que hay demasiadas bodas o celebraciones en el título del libro, yo más bien lo habría titulado Cuatro funerales y una boda, dejando clara la distancia sobre el título de la recordada película británica. "Quieren titulares, yo se los voy a dar", espeta con su voz ronca y recortada a los periodistas asistentes a la rueda de prensa celebrada en el Club Financiero
Génova.
"La estabilización macroeconómica no ha finalizado todavía. El sector privado ha hecho un ajuste muy importante, sobre todosalarial. En estos dos últimos años ha bajado el coste salarial en España un -7,5%, lo que supone un gran esfuerzo para los trabajadores. El sector público no se ha ajustado igual", explica rotundo y con un rictus de seriedad. De hecho, como hemos visto, continúa aumentando la deuda pública a un ritmo tal, que dentro de poco ese déficit sobrepasará el 100% del PIB. ¿Qué supone eso? Que tenemos que trabajar un año entero sin gastar para pagar esa deuda y eso sin contar los intereses "Lo cual es una temeridad", subraya.
Parece que estamos gobernados por un grupo de políticos temerarios que no son capaces de realizar las reformas institucionales necesarias para reducir el gasto del Estado. "El gasto del sector público es actualmente un 48,3% del PIB. Cuando yo estaba en la Moncloa, estaba en el 38,8%. Al gobierno Rajoy se le ha ido de las manos el gasto del sector público y sin reducir es imposible que se cree empleo", apunta con seguridad rebatiendo lo que últimamente nos quieren vender desde el gobierno.
Con rudeza explicó la evolución de la crisis que vivimos. "La crisis que vivimos no es la misma que comenzó en agosto de 2007. Empezó siendo una crisis local de Estados Unidos de futuros hipotecarios, después pasó a la banca anglosajona y luego se hizo global", apunta, para después convertirse en una crisis de liquidez, que en julio de 2008 muchas instituciones no tenían claro, de hecho, "el Banco Central Europeosubió los tipos de interés", dice. De ahí se pasó a la crisis griega del 2010, posteriormente a Irlanda y Portugal. Cuando llegó a Italia y España saltaron las alarmas europeas. "Por lo tanto estamos ante una crisis asimétrica", puntualiza el economista.
Sin embargo, ante este panorama, el gobierno español no ha sabido ahorrar un solo euro del gasto público. Es más, el ahorro ha descendido en un -5,1% del PIB. "No sólo no contribuye al ahorro sino que detrae esa cantidad del ahorro privado para financiarse", opina. Lo cual supone que la tan manida austeridad española es totalmente irreal, el Estado sigue gastando a manos llenas sin que parezca que quieran hacer un proceso de estabilización en el sector público. "Mientras no se haga esa estabilización no podrá crecer el empleo", asegura David Taguas.
Para crear empleo el Estado debe de invertir. "En mis tiempos en la Moncloa había una elevada inversión cercana al 31% del PIB, bien es verdad que mucha inversión era en construcción, y en estos momentos sólo se invierte el 18% del PIB. No recuerdo un momento en nuestra
historia de menor inversión. Si no hay inversión no podrá haber proyectos nuevos", sostiene y puso como ejemplo un país como Estonia, que invierte un 25% del PIB, "de Alemania es mejor no hablar", manifiesta sonriendo.
En contra de algunos economistas que pregonan que de la crisis se saldría abandonando el euro, se ríe de sus argumentos. "De la crisis hay que salir de la mano de Europa, si nos fuéramos de este club privilegiado nos iríamos a la miseria", mantiene y la misma receta aplica a una Cataluña independiente, lo cual sería malo tanto para los catalanes como para el resto de los españoles.
"Hay que reducir el endeudamiento", repite, que como hemos visto está a niveles estratosféricos. "Para ello hay que tener un superávit de más de un 4% anual durante más de una década", asevera decidido y añade "lo que es sorprendente es que digan algunos economistas que de la crisis se sale con mayor consumo". Las familias españolas, más sabias que su gobierno, en la crisis de 2008 consiguieron duplicar el ahorro en tan sólo año y medio. Desde ese año hasta ahora sólo se ha podido crecer en un 2% debido a la política económica de los dos últimos gobiernos, que han subido los impuestos penalizando sobre todo al ahorro.
"Hay que llevar el ahorro público a 0 en tres años, para ello hay que reducir el gasto público en esos 5 puntos de los que ya hemos hablado", reitera. "No veo por qué una familia lo puede asumir y el Estado, no. Para ello, hay que hacer un importante ajuste fiscal reduciendo esa fiscalidad a las familias hasta niveles de 2008", sentencia el reconocido doctor en Economía. "Cuando más se ha recaudado es cuando la fiscalidad ha sido menor para el ciudadano", agrega.
Como solución preconiza que "hay que incentivar que las personas ahorren y no penalizar el ahorro como se está haciendo. Yo les reto a que encuentren un solo producto financiero de un banco donde el cliente no pierda dinero". Con estas palabras se cierra su comparecencia ante los medios. Nos ha mostrado un panorama desolador que nos ha dejado más frío que la ciclogénesis explosiva que estos días asola este helado país.
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