Su último libro, España. El miedo a la verdad, está escrito con la maestría que a él le caracteriza. Está redactado para los amigos y para los enemigos, o mejor dicho, para los adversarios. Sin acritud, pero esta vez de verdad. Pero sobre todo está escrito con mucha sinceridad porque como él mismo dice en el texto: "la sinceridad sin unas buenas formas se convierten en grosería", y él está tan lejano de la grosería como pueden estar nuestras antípodas.
El anterior libro de Orbaneja, España. Historia de un fracaso, fue una visión de nuestro pasado desde un punto de vista independiente y objetivo. La historia de España ha pecado de exageraciones y su libro venía a poner las cosas en su sitio. El actual viene a poner el dedo en la llaga de los problemas actuales de nuestra patria y los pone con inteligencia, con una fina ironía no exenta de humor y con unas ganas tremendas de mejorar la situación que vivimos, con un afán de superación incontestable y con una sagacidad olvidada por nuestros políticos.
Para el autor, negar la historia supone perder la identidad. Por eso nos recuerda el pasado y el presente, porque somos muy olvidadizos y no nos acordamos ni de lo recién pasado. Orbaneja cree que vivimos en una democracia indirecta, lo que supondría una democracia decantada hacia la partitocracia. Hoy en día los políticos viven en un mundo aislado y endógeno que poco a poco se va devorando a sí mismo hasta su fin, cosa que esperemos pase pronto por el bien de los ciudadanos españoles.
¿Cuáles son las soluciones, según Orbaneja? La primera sería un estado laico, con instituciones políticas radicalmente separadas de las religiosas, por supuesto sin anticlericalismo, dentro de esto estaría la denuncia del actual Concordato con el Vaticano porque para él, la esclavitud religiosa entraña la esclavitud política.
La segunda sería la economía, "no puede existir liberación política si no está respaldada por una liberación económica", señala el autor en la página 28 del libro, quizá yerre en este punto y sea al revés, no puede existir liberación económica si no está respaldada por una liberación política. Actualmente los políticos españoles controlan un tanto por ciento muy elevado del PIB y regalan contratas de obras públicas a sus amigos, contratan como funcionarios a quienes no lo merecen y después de haber bajado el salario a los funcionarios públicos en un 5%, el gasto en dichas partidas se ha visto incrementado, porque han seguido contratando a dedo a sus amigos, y esto afecta a todas las administraciones del país, no sólo a la central.
La tercera sería la seguridad, no puede haber libertad sin seguridad, seguridad jurídica, económica, etc. Una democracia sólida ha de garantizar las libertades, de expresión, ideológicas, etc. La democracia equipara a todos por igual pero la realidad es bien distinta. En la actualidad solo hay un medio realmente democrático y ese es Internet, el cual nos juzga a todos igualitariamente. Un libro como este, dice el autor, pasará desapercibido para el gran público porque los medios de masas no se atreverán a citarlo, a juzgarlo e incluso criticarlo. Los medios, como nuestra sociedad tiene miedo a la verdad, a la libertad, al debate, a la confrontación de ideas, sólo están por el pensamiento único o debería decir el "dúo pensamiento".
La cuarta y última solución sería una reforma en profundidad de la enseñanza, o ¿debería mejor decir de la instrucción pública? En cualquier caso, la educación es una asignatura pendiente de este país. Si en cada cambio de gobierno no se hubiesen derogado las leyes de educación y se hubiesen mejorado con el consenso de todas las fuerzas políticas, otro gallo nos estaría cantando en este momento. Pero ahora se acusan ambos extremos de falta de patriotismo, un patriotismo que nos hace alimentarnos en multinacionales americanas, comprar la comida en multinacionales francesas, comprar los coches en multinacionales alemanas o japonesas, comprar bienes de equipo en Suiza o Gran Bretaña y comprar electrónica en Corea o Malasia. Ese es nuestro patriotismo, que nos hace no tener patentes en automoción, informática, bienes de equipo, etc. ¿Para cuándo una reforma urgente de nuestro tejido industrial?
Fernando de Orbaneja nos habla de los problemas y nos da soluciones para todo con un lenguaje sencillo, cercano, amable e incluso gracioso, lejos de postulados hirientes. Pero para comprenderle no hay que tener miedo a la verdad, al diálogo y al contraste de pareceres, hay que saber reconocer nuestro pasado y analizarlo, hay que saber ver el presente e interiorizarlo y, por último, hay que saber ver el futuro e imaginarlo. No se pierdan esta pequeña obra maestra del escritor y pensador vallisoletano, Fernando de Orbaneja.
Política
Críticas literarias
Puede comprar el libro en: