En un futuro que bien podría ocurrir mañana mismo, la corrupción política y económica ha destrozado a la sociedad civil, condenando a la clase media a vivir en asentamientos chabolistas del extrarradio. En este ambiente desolado y cruel, un profesor arruinado por la crisis, un joven desequilibrado y la directora de una sucursal bancaria obligada a vender falsos fondos de inversión a sus clientes, se conjuran para tomarse la justicia por su mano. Los tres deciden asesinar a un conocido político que también ha presidido uno de los bancos públicos más implicados en el desastre económico.
Con todo el odio de nuestro corazón es una novela calificada en su contraportada como una distopía o antiutopía sobre un futuro próximo. Pero muchos de los que la hemos leído opinamos que este libro no es sólo una visión del autor sobre la actualidad con un gran componente de pesimismo y con circunstancias llevadas al extremo, sino que pensamos que el libro es un fiel retrato de lo que podría ocurrir en unos pocos años si las cosas no cambian en este país. A su vez, el tiempo presente en el que se narra la novela apoya aún más la visión de que lo que se narra en la novela ya podría estar pasando.
Uno de los principales detonantes de la trama de esta novela son las preferentes, las cuales llevan a uno de los protagonistas a perder todo lo que tenía ahorrado a cambio de unos dos o tres euros y a una directora de sucursal de un banco a perder su empleo. De este modo, podemos ver sin apartarnos un ápice de la realidad, cómo las preferentes fueron un robo de condiciones inconmensurables meticulosamente planeado para que nadie pudiera hacer nada para detener este proceso, formando así los bancos, los políticos y la justicia un fuerte que no puede ser asaltado por ninguna dirección para que los ciudadanos podamos poner fin a esta situación.
Así, el estilo que el autor ha abrazado en esta novela es un estilo directo y completamente sincero con el lector, que no se guarda nada para sí mismo para exponer la situación de desigualdad, miseria y de injusticia en la que estamos viviendo actualmente, en la que mientras unos se llenan los bolsillos mientras supuestamente trabajan para nuestro bien (algo que cada día dudamos más), otros aún no sabemos cómo podemos seguir saliendo adelante con todo lo que tenemos encima.
A su vez, la voz de Fernando Cámara en esta novela también exuda desesperación. Tal es la desesperanza que pone en boca de los personajes que no necesitan que se les expongan muchos argumentos para coger el toro por los cuernos y buscar la justicia por su mano. Además, lo expone de tal manera que, según él, lo moralmente incorrecto sería el tener la ocasión de impartir justicia, aunque no fuera siguiendo los cauces de la legalidad, y desaprovecharla. Y para los que aún sigan pensando que la novela trata de un futuro imaginario, sólo tienen que ver lo sucedido hace unos días (por ejemplo, lo acaecido en el domicilio de Bárcenas) para ver que esta situación es más que real.
En definitiva, Con todo el odio de nuestro corazón es una historia sobre el odio más profundo que se pueda llegar sentir, sobre personas que nada tienen que perder y eligen el crimen para justificar una existencia vacía y sin esperanza alguna de futuro y, por encima de todo, sobre la situación a la que podemos llegar si no sacamos la basura de esta sociedad.
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