Gregor, alter ego de Nikola Tesla en la novela, ha inventado y descubierto todo lo que va a ser útil durante los próximos siglos: la transferencia inalámbrica de energía eléctrica mediante ondas electromagnéticas, la corriente alterna, la bombilla sin filamento y la radio, entre otras cosas. Pero, ¡ay!, tiene dificultades con sus asuntos personales, quizá porque la ciencia le interesa mucho más que el beneficio. Aprovechándose de este rasgo de su carácter, otros científicos acabarán robándoselo todo. Y a Gregor, como única distracción, y ocupación, sólo le quedará la compañía de los relámpagos y el teatro de los pájaros.
Relámpagos nos relata la vida de Tesla, una vida de gran calibre desde sus inicios, acompañada de momentos de luces y sombras que contribuyeron a crear la personalidad del gran científico, desde sus primeros años de vida, marcados especialmente por el desconocimiento de su fecha exacta de nacimiento, que provoca el desarrollo de una personalidad antipática y recelosa.
Pero todo esto queda atrás cuando sale el tema del desarrollo científico que Tesla impulsó durante las últimas décadas del siglo XIX, un desarrollo que nada tenía que ver con el mundo de la ciencia actual, en la que el beneficio prima sobre cualquier otra cosa. Al igual que los proyectos de Tesla para distribuir la electricidad gratuitamente sin cables a toda la población fueron descartados por la imposibilidad de poner un contador en cada vivienda para calcular la factura de la luz, los actuales proyectos de las farmacéuticas que consiguen curar del todo una enfermedad se ocultan porque no salen rentables y prefieren medicamentos que puedan estar vendiendo constantemente.
La novela también se introduce en la vida personal de Tesla, muy marcada por su agrio carácter para con prácticamente todo el mundo y su incapacidad para empezar y mantener relaciones tanto de amistad como de pareja. Únicamente podemos hablar de un amigo de verdad por parte de Tesla y de una mujer, de la que podría haberse enamorado profundamente y sin el menor problema si no fuera porque era la mujer de dicho amigo.
A su vez, Relámpagos es una obra que hace justicia a Tesla, narrando todos sus descubrimientos, las patentes que otros le pisaron y los ataques abiertos hacia su persona que motivaron que cayese en el olvido en los años sucesivos. Pero en la actualidad, se está recuperando esta gran figura (gracias a numerosas aportaciones como este libro) y se le está concediendo el mérito que se merece.
En definitiva, una novela sobre un personaje misterioso y fascinante con la que, tras Ravel y Correr, Jean Echenoz cierra su espléndida serie sobre tres vidas.
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