Biopic | 107 min. | Francia 2017
Título: Mal Genio.
Título original: Le Redoutable
Director: Michel Hazanavicius
Guión: Michel Hazanavicius, Anne Wiazemsky (novela).
Actores: Louis Garrel, Stacy Martin, Bérénice Bejo, Micha Lescot.
Estreno en España: 12/10/2017
Productora: Les Compagnons du Cinéma, La Classe Américaine, France 3 Cinéma, StudioCanal.
Distribuidora: Vértigo Films
Sinopsis
París 1967. Jean-Luc Godard, el cineasta más conocido de su generación, vuelve después de La Chinoise con la mujer que ama, Anne Wiazemsky, con quién se diferencia 20 años. Son felices, están enamorados, se casan. Pero en el momento de la salida del film, JeanLuc se encierra en una revisión profunda de sí mismo, pasando de estrella cineasta a artista maoísta fuera del sistema, tan incomprendido como incomprensible.
Crítica
Esta influyente figura es lo que el cubismo a la pintura, él vio las normas y las rompió. Un hombre como Jean-Luc Godard solo aparece cada muchos años. En la cima del éxito, parece imparable, pero como todo innovador, querrá afrontar nuevos retos. Se acerca Mayo del 68 y la revolución le viene grande hasta a los genios. Encandilado de Anne Wiazemsky, el film está narrado desde el punto de vista de ésta.
Basada en la novela Un año ajetreado (2013), la autobiografía de Anne Wiazemsky, la película es un biopic malicioso sobre el Godard de 1968, trazando las dudas de la estrella de la Nouvelle Vague con un tono de comedia. El icónico director decide romper con sí mismo, deja atrás Al final de la escapada (1960) por La Chinoise (1967), buscando en el maoísmo de moda en París del 68 un cine revolucionario, más comprometido con la sociedad. Viendo su acomodada vida, es irónico ver este ferviente compromiso por la clase trabajadora, desde la tranquilidad de sus privilegios.
Se requiere mucha valentía, con un poco de imprudencia, hacer una película que se ría de Jean-Luc Godard, pero es precisamente lo que hace al film tan cautivador. La Academia siempre recordará a Hazanavicius como el director que recuperó el encanto del cine mudo con The Artist (2011), y en su última película sigue manteniendo este encanto, jugando inteligente con las ambigüedades del protagonista, mezclando simpatía con la dosis perfecta de sarcasmo.
Todo el film es irónico, una comedia inteligente con un “je ne sais quoi”… una parodia elegante. Este humor y los guiños con el espectador crean una complicidad con el público, básica para el entretenimiento del largometraje. El astuto guión aprovecha un amplio abanico de recursos audiovisuales para no solo reírse del artista, sino para reírse incluso de ella misma. La escena que resume esta inteligente parodia se realiza un el taxi, discutiendo de una manera excesivamente efusiva de cine y comentando el hechizo que tiene el hecho que un film nazca en el Festival de Cannes, riéndose del origen de la propia película.
Incluso hay ironía en la elección del actor que encarna a Godard, el hijo de Philippe Garrel (director que también formó parte de la Nouvelle Vague). Esta manera de evocar al cineasta hubiese sido imposible sin Louis Garrel, quien está increíble en la piel del artista. Lejos de sus personajes de enamorados atormentados, como en Soñadores (2003) o El sueño de Gabrielle (2016), aquí presenta una interpretación muchísimo más interesante, ya que es importante destacar que sin su complejidad, el dibujo del excéntrico protagonista podría haber quedado de objeto (aunque elegante) de burla. Contradictorio, sabio en cultura, pero infantil en sentimientos, libre en ideas, pero celoso en relaciones.
Pocas veces se muestra así a un cineasta, y menos a uno tan icónico. Para aquellos que ya conozcan al Jean-Luc Godard de sus entrevistas, quien en ocasiones es, francamente insoportable, lo reconocerán perfectamente en el film y se reirán con y de él a la vez. Para aquellos que no lo conozcan con tan profundidad, esta comedia es la manera más agradable de conocer el lado más desagradable de un genio.