Quizá por eso, este noruego risueño y simpático tiene una casa en la localidad alicantina de Torrevieja. “Necesito que me dé el sol y mucho más lo necesita mi mujer”, dice entre risas en un inglés fluido y añade “teníamos el propósito de aprender español, pero como todo el mundo habla inglés en Torrevieja, no nos ha hecho falta. Sólo sé pedir un par de cervezas en vuestro idioma”.
Geir Tangen se presenta a la reunión de blogueros organizada por su editorial en pantalones cortos y con una sonrisa de oreja a oreja. Me cae bien este tipo que quiso, desde el primer momento que piso nuestra ciudad, conocer a los blogueros madrileños especializados en novela negra. “Yo he sido durante muchos años bloguero. Me he leído todas las novela negras nórdicas, de ahí que "El ejecutor" sea un homenaje a las novelas negras”, dice el escritor noruego entre risas.
También me cae bien porque es un autor que se lo ha tenido que currar u jacerse a sí mismo y no como esa troupe de escritores mediáticos que, aunque escriban libros infumables, se hinchan a vender ejemplares entre sus teleadictos. Y se lo empezó a currar hace unos tres años cuando escribió su primer libro. “Quise publicar mi libro con una editorial local y pequeña pero se arruinó justo antes de publicármelo. Así que me quedé compuesto y sin novia”, señala Geir Tangen en la amena charla que tuvimos.
Así que, ni corto ni perezoso decidió buscarse una agente editorial y si no salía bien "me lo editaría yo mismo", decidió. No hizo falta porque parece que le cayó el gordo de Navidad, en menos de una semana ya tenía llamando a su puerta a tres editorial. Optó por una que lo llevó a lo más alto en las listas de ventas, tal fue así que su agente vendió a 15 países los derechos de su primera novela y a alguno de esos países los derechos de sus dos primeras obras. “Pero, si no tengo escrita nada más que una –le dije a mi agente-. Pues, ya estás escribiendo otra con los mismo personajes, que digo otra, otras dos. Tienes que hacer una trilogía, respondió resuelta la agente”, recuerda el bloguero noruego.
El ejecutor es una novela cerrada que no da para mucho más, así que tuvo que inventarse una nueva trama, muy al estilo de Agatha Christie, para satisfacer a su agente, y la novela ya ha sido todo un éxito en su país. Parece que Geir Tangen está tocado para la varita de un hada. Que siga así. El autor nos confiesa que ya tiene ideado el final de su tercer libro. Seguro que un bombazo.
Cuando escribió “El ejecutor”, lo hizo con la intención de no escribir ningún libro más. “Yo creo que el éxito de la novela se debe a lo diferentes que son los protagonistas y aunque muy distintos tiene una conexión muy estrecha entre ellos. En la segunda novela, les ocurren cosas que les vinculan para la eternidad pero, siempre sin sexo pero, siempre con emoción”, desmenuza este artista de la novela negra.
Cree que “los escritores nórdicos escriben tanta novela negra porque sus países son muy aburridos y no ocurre nada. Lo escribimos para que haya un poco de emoción”. Si bien es verdad, como Ted Lapidus, que procuran reflejar el realismo social en el que viven pero, en su opinión, de una forma un tanto exagerada. “En nuestro países, la corrupción y la mafia siempre vienen de países extranjeros”, sentencia.
La novela está escrita en primera persona e incluye la voz del asesino en primera por medio de un diario. “Esa voz hace que el lector se acerque a la mente del asesino”, explica el autor de Haugesund. También utiliza varios flash-back en la obra para que el lector conozca el porqué de la desintegración del protagonista, periodista de éxito hace unos años y casi un despojo humano en la actualidad.
Y con esos mimbres va a escribir la trilogía. De todas formas ya tiene pensado escribir algo para los jóvenes y una nueva serie con otros personajes que tengan más recorrido. “Con estos me ha pillado, como dicen por aquí, el toro”, apunta. Cuando termine la promoción en Madrid piensa irse a la Semana Negra de Gijón unos días y después a beber cerveza y tomar el sol a Torrevieja. “En mi ciudad tenemos diez meses de invierno y dos de mal verano, así que tenemos un déficit de sol muy acentuado. Tenemos mono de sol”, concluye Geir Tangen enamorado de nuestra tierra, de nuestra cerveza y de nuestro sol.
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