Manuel Ayllón ha publicado, hasta la fecha, las siguientes novelas "Conspiración contra el rey" (Akal), "La piedra del diablo" (Akal), "Historias de masones" (Belacqua), "Yo, Fernando de Aragón" (Belacqua), que permaneció en la lista de los más vendidos durante varias semanas, "El enigma Goya" (Styria), "La conjura de El Greco" (Styria) y "Golpe a Venecia" (Styria) y "Granada 1936".
Usted publicó anteriormente el libro “Granada 1936” que también dedica a la figura de Lorca, ¿qué nos trae este nuevo libro?
Mi anterior trabajo atiende a las razones y circunstancias que llevaron a la muerte del poeta, y la narración concluía con el hecho de su asesinato en Víznar aquella madrugada de agosto de 1936. En esta ocasión continuo el relato a partir de ese momento y avanzo en lo que ocurrió a partir del crimen, las reacciones de la familia, de los implicados, de las autoridades sublevadas y, sobre todo, en lo que sucedió con sus restos, cuya localización señalo.
¿Cómo le surgió a un arquitecto la pasión por adentrarse en la historia de García Lorca?
Porque mi familia paterna es granadina y mi abuelo, un dirigente sindical socialista, fue asesinado en Granada por aquellos días. Con la indagación sobre el asesinato de mi abuelo sucedió como con las cerezas,que una lleva a la otra, hasta penetrar en el conocimiento de una trama criminal que asoló Granada en aquellos primeros meses de la sublevación fascista. Dentro de esa política genocida, el asesinato de García Lorca pareció el más sabido y yo he procurado contextualizarle en unas circunstancias que nunca se han valorado adecuadamente. Lorca no es el único; es uno más, pero bien vale su figura para explicar algo que le trasciende.
¿Qué aporta esta historia al relato ya conocido?
Aporto un enfoque diferente, más racional, con el que enfrentar un misterio que algunos desean que sea eterno. ¿Dónde está el cuerpo? es una pregunta que tiene respuesta desde el análisis y el sentido común, más ahora en que las excavaciones de septiembre de 2016 dirigidas por Miguel Caballero y Javier Navarro, confirman mi hipótesis: los cuerpos de García Lorca y de sus tres compañeros de infortunio fueron desenterrados del barranco de Víznar a las pocas horas de cometido el crimen. La respuesta a esa cuestión es el tema central de mi trabajo, que no comparte las tesis oficiales al respecto.
¿Por qué lo ha subtitulado “Fantasía de un misterio”?
Porque todo lo que hace la muerte y posterior gestión del cadáver del poeta se ha presentado siempre como algo misterioso -la oposición de la familia a buscar sus restos, las reticencias de la administración autonómica a lo mismo, las razones siempre disfrazadas de su muerte, la verdadera naturaleza de los implicados- y cabe entender que circular por lo misterioso en un caso como este, donde las pruebas desaparecen, incluyendo el cadáver, y que los testigos han muerto llevándose el secreto a la tumba exige obrar con la fantasía, al menos como recurso narrativo.
¿Cómo fue el proceso de investigación de "El caso Lorca" y de qué forma se documentó para escribirlo?
He recurrido a archivos eclesiásticos, archivos civiles, del ministerio de Agricultura y del Instituto Nacional de Colonización, de los Registros Civiles, al análisis comparado de textos de investigación bien referenciados, a las entrevistas directas con personas concernidas por los hechos que se estudian, a documentación cartográfica y fotográfica de la época.
¿Cuáles son las técnicas narrativas que ha utilizado?
La obra se compone de tres partes y a cada una de ellas corresponde un género literario pues son tres las maneras de acercarse al problema. Desde la novela, la primera parte, donde se narran los hechos que ocurren inmediatamente tras la muerte; desde el reportaje, la segunda parte, donde se describe el proceso de investigación para determinar el emplazamiento último de los restos del poeta; desde el ensayo, la tercera, para abordar de manera metodológica y documentada los principales problemas y cuestiones que subyacen en las dos anteriores.
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