Para el escritor egabrense, el siglo XVIII fue un tiempo de paz y recuperación económica. “El reinado Fernando VI preparó el camino a Carlos III, fue un reinado con varios ministros muy valiosos como Patiño, el marqués de la Ensenada o Carvajal. Ahora que la política está muy desprestigiada, hay que hacer valer que muchos políticos son personas honradas y trabajadoras, por lo que hay que reivindicarlos, tanto en la actualidad como en siglos pasados”, sostiene el escritor, que fue alcalde de su ciudad, en la entrevista que mantuvimos en la cafetería de un céntrico hotel madrileño.
“Hubo un colectivo de hombres, que no eran de origen aristocrático sino de humilde cuna, que trabajaron por el bien de España sin lucrarse y cuando dejaron sus cargos volvieron a sus ocupaciones, muchas de ellas de muy modesto pasar, para poder vivir”, explica el autor. Precisamente a esos políticos es a los que quiere reivindicar.
Conversar con José Calvo Poyato, además de un placer, es una constante lección de historia. Nos hace que veamos nuestra historia, tan denostada por muchos, con otros ojos más abiertos. Las gestas que protagonizaron muchos de nuestros antepasados han sido olvidadas y el escritor de Cabra quiere que los conozcamos. Ese es el caso de Jorge Juan que además de marino fue un hombre de ciencia y, por supuesto, espía del rey.
“En el siglo XVIII España seguía siendo un imperio con posesiones a los dos lados del Atlántico y los británicos querían, precisamente, lo que nosotros teníamos para poder comerciar a sus anchas”, apunta el historiador y añade “para poder defender todos los territorios, España necesitaba una Armada en condiciones. Los ingleses nos superaban en número y en calidad de los navíos”. El marqués de la Ensenada consciente de nuestra inferioridad naval quiso modernizar la escuadra española y que mejor que mandar un espía a Inglaterra para que se entere de cómo se construían sus buques de guerra.
Durante todo este siglo, “el pulso naval fue muy fuerte y no está claro quién salió vencedor. Tuvimos algunos reveses pero, también, grandes victorias como las de Blas de Lezo en Cartagena de Indias”, recuerda José Calvo Poyato durante la charla. Su conclusión es muy clara: “no valoramos este siglo y en muchas ocasiones se la jugamos a los ingleses”.
Para el autor de “El espía del rey”, una novela histórica no puede alterar los hechos. “En la novela, la cronología es muy importante. Eso no quiere decir que no se pueda construir una ficción correcta que enganche con los hechos históricos, como la historia de amor entre Jorge Juan y Claudia, pero como el marino murió soltero, al igual que Ensenada, no los puedo casar ni en la ficción”, argumenta y subraya “así, creo se debe montar una historia de ficción para que tenga visos de realidad”. En su opinión, sí se puede jugar con los acontecimientos, “por eso no soy muy preciso con las fechas, para darme un margen”, pero nunca con los hechos históricos.
“El espía del rey” es, como su nombre indica, una novela de espías. “Siempre ha habido espionaje en la política y se ha gastado mucho dinero en ello. Felipe II tenía una gran red de espías y Fernando VI, también. Se extendía por las principales cancillerías europeas, Londres, Paris, Roma y Viena y también por otros lugares menos estratégicos”, expone el autor con su ligero acento andaluz. En tiempos de Fernando VI, no existía un ministerio de Asuntos Exteriores, era José de Carvajal y Lancaster, ministro de Estado, el encargado del espionaje pero como Ensenada también tuvo su propia red de espías, entre los que se encontraba Jorge Juan, hubo muchas fricciones entre ellos.
Carvajal era bastante anglófilo y no veía problema en el tratado de límites de 1750 entre Portugal y España; Ensenada, sí, por eso siempre tuvo en contra a la reina Bárbara de Braganza que tiraba para su tierra. Lo mismo que a Ensenada, los jesuitas sí veían problemas, como queda reflejado en la película “La misión”.
Muchas de las cuestiones que trata José Calvo Poyato en la novela, son guiños a la actualidad. “Aunque hay que tener en cuenta que la escala del valores del siglo XVIII no es como la actual. Ahora lo material impera sobre cualquier tema y las personas del tiempo de la novela estimaban que el honor estaba por encima de la vida”, señala con precisión de historiador.
Para el escritor sus dos protagonistas principales fueron unos prohombres del siglo. “Jorge Juan fue un marino ilustrado, muy preocupado por la ciencia, con una preparación militar muy buena. Estudio en la escuela de Guardiamarinas de Cádiz que fundó Patiño y que estaba a la altura de las mejores del mundo. Ensenada fue un animal político, en el mejor sentido del término. Una persona con visión a largo plazo y dispuesto a utilizar los medios que fuesen necesarios para alcanzar sus objetivos”, describe el autor de “El gran Capitán”.
Como siempre, José Calvo Poyato utiliza los mimbres de la historia para narrar con acierto y agilidad historias llenas de tensión y suspense, donde el amor no puede apartarse de la trama principal. El descubrimiento que nos hace de Jorge Juan y Santacilia es arrebatador, al igual que la época que describe. Una gran novela sobre nuestra historia.
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