En este escenario se enmarca el diario del escribano de la inquisición de Toledo, Sebastián, que constituye la presente novela. Un diario dirigido a su hija recientemente fallecida. Un diario que es, al tiempo, memoria y expectativa. Memoria de una aflicción pretérita y expectativa que se pretende hacer presente —a partir de un inesperado hallazgo—, de justicia, de belleza y de libertad.
«El Efebo» es una novela histórica que cuenta el proceso inquisitorial de un griego, acusado de pertenecer a la secta de Mahoma, en el que interviene el narrador Sebastián, como escribano, y el ilustre pintor de aquella época y de aquel lugar, El Greco, como traductor. La historia del proceso se extiende y distiende como un corazón que no cesa de palpitar y de enardecerse en un mundo de anhelos muy preciados. Tal vez de quimeras.
Joaquín Pérez-Mínguez nació en Madrid, 1943. Es licenciado en Derecho y en Teología, aunque desde niño su verdadera vocación es la literatura.
A los diez años, aprovechando una pequeña herencia de su madrina, compró una maquina de escribir con la que empezó a crear ensoñaciones, poemas, cuentos… A los dieciocho años comenzó a trabajar durante una temporada como redactor publicitario.
Algún tiempo después, inició el aprendizaje de la técnica literaria en los talleres que Laura Freixas impartía en el Círculo de Bellas Artes. Más tarde, se incorporó al Taller de Escritura Creativa de Clara Obligado, donde permaneció más de diez años. Allí publicó tres cuentos: «El tema» (1994), «Incontinencia» (1997) y «Cultivos celestiales» (1999).
«El Efebo» es su segunda novela y forma parte de una trilogía de lecturas independientes basadas en la Inquisición, iniciada en 2012 con la publicación de «Zocodover».
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