En resumen, un bonito proyecto para comenzar su biografía literaria.
Este es tu primer libro publicado pero, ¿cuándo comenzaste a escribir?
Pues a escribir de forma medio continuada empecé cuando tenía 13 o 14 años creo, por aquel entonces podría decirse que hubo dos hechos claves para que me picase el gusanillo de juntar letras:
Por un lado mi profesor de lengua y literatura, Víctor, no era el típico de libro de texto y se acabó, nos proponía tareas de creación y yo la verdad disfrutaba mucho creando relatos a raíz de sus propuestas.
Por otro lado, yo era seguidor a muerte, con la pasión adolescente, del grupo Marea y en 2001 cuando sacó su segundo poemario (El Sumidero) no tardé nada en hacerme con él. Ahí se me abrió un nuevo mundo. Descubrí que había otra poesía al margen de la que aparecía en los libros de texto, una mucho más cruda y cercana a ese rock que tanto me gustaba y me gusta.
A partir de ese momento comencé a escribir más por juego que otra cosa, intentando imitar el rollo que tenían los poemas de Kutxi Romero y poco a poco fui haciendo más personales los textos, encontrando que tenía cosas que me apetecía contar, o que necesitaba sacar de dentro. No sé si encontré un estilo propio, más bien será cosa de las limitaciones.
Decir también que si acabé escribiendo “poemas” fue además por mi falta de constancia. Yo empecé escribiendo relatos pero el impulso nunca me llegaba para acabarlos y se me quedaban a medias. Así que probé con los poemas que me permitían contar cosas en menos espacio y de forma más directa.
Y ahí sigo, escribiendo con mayor o menor regularidad según épocas, la verdad que es un ejercicio de limpieza mental unas veces, de terapia otras y de masturbación mental en otras que sale bastante barato.
Hay mucha gente que escribe por afición, pero, ¿cómo te decidiste a publicar?
No sabría decir como tomé la decisión, supongo que siempre he tenido un punto exhibicionista y farandulero. No sé, yo creo que fueron muchos factores diferentes. Por un lado el hacer algo con todas esas páginas que había ido acumulando y que, si bien ya habían cumplido una labor casi terapéutica para mí, creía que igual podían transmitir algo a alguien y me apetecía enseñarlas.
Por otro lado, cuando decidí ponerme a seleccionar, ordenar y demás los textos fue en un momento jodido personalmente y el verme con un proyecto, un objetivo pues me dio la motivación que necesitaba para salir un poco de la cueva.
Y por último que me encantan los libros y era como un sueño poder llegar a tener uno en mi estantería.
¿Cómo ha sido el proceso d creación/edición que ha seguido el libro?
El proceso ha sido largo, o bueno a mí así me lo ha parecido…Empecé hace unos tres años a pensar realmente en publicar. Fueron días de leer y releer escritos, seleccionar, ordenar, desordenar, maquetar…Cuando ya más o menos cerré el primer borrador empecé a tocar puertas a ver si sonaba la flauta. Mientras tanto “el engendro” seguía creciendo con nuevas pedradas que iba escribiendo y por tanto el proceso de desordenar y reseleccionar era una especie de bucle. Después de muchas respuestas negativas fui poco a poco dejando el proyecto a un lado con la idea de en cuanto juntara algo de pasta intentar autopublicarme. Al final cuando ya casi me había rendido contacté con la gente de LA EQUILIBRISTA y me dijeron que adelante. El resto pues bueno, algún retoque, reducir la selección, escribir prólogo, reseña (que casi me costó más que muchos poemas el hablar de mí y del libro) y de repente, un día, tenía el libro en las manos. Un parto largo pero con final feliz.
¿Qué lecturas e influencias literarias tienes?
Si tengo que decir la verdad, no soy un gran lector de poesía, tengo momentos, entonces los autores que suelo visitar son Ángel González de quien tengo su antología más que machacada, Luis García Montero, el gran Bukowski, Leopoldo María Panero, Joan Brossa…
Soy más asiduo a las novelas y libros de relatos, me siento muy cómodo con la realidad decadente del realismo sucio de Bukowski, Pedro Juan Guiterrez, Patxi Irurtzun (hay que tirar para casa también)…Aldus Huxley, Kerouack de quien hace poco leí Los Vagabundos del Dharma y me gusto mucho.
Has tenido el apoyo de otros artistas como los miembros del grupo La Fuga, y nos cuentan que la música es tu otra pasión. ¿Tienes más proyectos de colaboración a la vista?
La verdad es que es más una anécdota que otra cosa mi contacto con miembros de La Fuga. Alex, el actual bajista de La Fuga y cerebro de Sonic Toys, es amigo mío desde hace mucho tiempo y engañó a Pedro para que se pasara por la presentación del libro a cantar unas canciones, y yo muy agradecido de que se prestase a ello sin apenas conocerme.
Pues la verdad es que me gustaría seguir con estos maridajes. El 30 de diciembre llevamos a cabo una colaboración muy chula en Zirauki, un pueblo de Navarra, en el que mezclamos un concierto acústico de Sonic Toys con la lectura de algunos de mis textos y momentos en que los poemas allanaban las canciones y se encajaban en pasajes instrumentales intermedios.
La experiencia fue muy positiva y la respuesta de la gente también, a pesar de que no se pudo ensayar demasiado, y si que nos gustaría puntualmente volver a juntarnos. Al final son amigos y la complicidad hace que todo fluya muy bien. Eso y las cervezas de los ensayos…
Además de las colaboraciones musicales decir que para el libro he engañado a otro puñado de amigos (Mikel Urío, Iñaki Auzmendi, Cesar Equisoain y Álex Fernández) para que pusiesen imágenes a mis pedradas. Ellos han enriquecido mucho el libro y yo creo que las fotos son también un poco un oasis donde reposar.
Vemos en los créditos que además de la parte literaria te has ocupado de la portada, de alguna foto y de las ilustraciones que aparecen en el interior del libro. Cuéntanos un poco cómo llegaste a meterte con el tema portada, etc.
Pues como he dicho antes cuando empecé con la aventura de publicar no sabía cómo iba a conseguir darle a salida al proyecto así que fui haciendo yo todo el proceso. Maqueté sin tener ni idea el primer borrador para ir tocando puertas, empecé a maquinar una foto para la portada, etc. Por aquel entonces no tenía trabajo, en cambio tenía una necesidad enorme de tener la cabeza y las manos ocupadas, así que empecé a enredar con programas de ilustración y fruto de un par de noches de insomnio pues acabé haciendo un dibujo que me gustó para la portada y alguna otra ilustración.
Desde la editorial me ofrecieron realizar la portada eh, no vaya a parecer que me endiñaron a mí el marrón. Pero bueno, yo les comenté que tenía esa ilustración y que si les parecía adecuada. Ellos me dijeron que adelante así que contento, eso sí, cualquier parecido de la portada con la realidad es pura coincidencia como suele decirse.
Para un autor tan joven empezar la carrera literaria debe suponer una mezcla de ilusión y nervios, qué significa para ti la poesía y cómo encaras esos nuevos proyectos?
Gracias por lo de “tan joven”, conozco alguna persona que discreparía…
La verdad que el proceso ha sido largo desde que me decidía a embarcarme en este fregado y la ilusión con la que he ido viviendo las diferentes etapas ha sido genial, desde los nervios al abrir un e-mail de alguna editorial que contestaba, aunque fuese un no; hasta el momento de tener el libro ya físico en mis manos. Ha sido un buen viaje.
Me sucedió que al ver ya acabado el libro, “el sueño” ya materializado se me quedó una especie de vacío, un “¿y ahora qué?”. Al final he estado prácticamente 3 años dándole vueltas al libro.
Pues ahora a intentar vivir la experiencia al máximo por si es la última. Mi idea es moverme por bares donde me dejen mal leer mis pedradas y me den algo de beber. Y a partir de ahí pues bueno, yo he seguido escribiendo y poco a poco va creciendo la carpeta de nuevas historias. Así que…¡amenazo con volver!
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