Como siempre la trama ocure en el Egipto de los faraones
En un Egipto agitado, amenazado por la influencia de los griegos y la codicia de los persas, la lucha por el poder se ha convertido en un complot mortal. Kel, el joven escribano, injustamente acusado de asesinato, es el cabeza de turco de un gigantesco asunto de estado. Para poder demostrar su inocencia, Kel sólo puede contar con la ayuda de la maravillosa Nitis, la joven sacerdotisa de la que está locamente enamorado. Pero cuando Nitis desaparece, Kel estalla en cólera. Ya no le importa nada, ni su honor manchado ni el misterioso manuscrito codificado, ni el futuro de Egipto: sólo quiere encontrar a Nitis y salvarla. Para recuperar al amor de su vida, Kel se lanza a una búsqueda desesperada, en la que descubrirá que su destino y el de Egipto han quedado inexorablemente ligados.
La obra toma el nombre del título de la Divina Adoratriz de Amón, un segundo título creado para la gran sacerdotisa de Amón. Durante el primer milenio a. C. cuando el clero de este dios ejercía su máxima influencia, el poder de la Divina Adoratriz era una garantía para facilitar la transferencia de poder de uno a otro faraón, dado que cada una de ellas adoptaba a una hija del faraón que gobernara en ese momento para que fuese heredera del cargo. La Divina Adoratriz gobernaba los dominios del templo y cobraba los impuestos, por lo que tenía el control de una parte importante de la economía egipcia.
El antiguo Egipto suele ser una apuesta de éxito para las novelas históricas, ya sea por esa aura de misterio que encierran o por la fascinación que despierta el imperio egipcio junto a sus pirámides. La divina adoratriz ha sabido jugar adecuadamente sus cartas para convertirse en una novela de éxito antes siquiera de salir al mercado. Aunque para ello jugaba con un par de ases bajo la manga, ya que su autor, Christian Jacq, es un maestro en este arte.
A su vez, hay que destacar la gran relevancia de los acontecimientos de la obra en la historia de Egipto. Uno de los grandes acontecimientos a nivel nacional es la invasión de Egipto por parte de los persas, que conllevará 120 años de ocupación y el ascenso de la XXVII dinastía al poder ante la traición al faraón Amasis de personas cercanas a él como el General Phanes, Udja-Hor-resnet and Kroisos. Así culminará la historia de traición, conspiración y asesinatos que tiene lugar durante el argumento.
Magnífico thriller de corte clásico con el que Christian Jacq ahonda en la temática de Egipto, con la que se hizo famoso. Christian Jacq es el maestro indiscutible del Antiguo Egipto. Sus sagas (Ramsés, La piedra de Luz, La Reina Libertad y Los misterios de Osiris, todas publicadas en Planeta) se han traducido a 30 lenguas y han vendido más de 27 millones de ejemplares.
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