Por Felipe Velasco
Tigana es la historia de un país asediado luchando por su libertad, el relato épico de un pueblo que sufre una maldición terrible impuesta por las artes oscuras del tiránico y cruel rey Brandin de Ygrath, quien hará que se olviden los nombres, orígenes y la historia de Tigana. Ahora, años después de que su cultura fuese eliminada y su tierra arrasada, un puñado de valientes hombres y mujeres pone en marcha una peligrosa cruzada con el fin de derrocar a sus conquistadores. Con el trasfondo de un mundo a la vez sensual y bárbaro, esta novela sobre gente apasionada persiguiendo un sueño resulta sobrecogedora por su visión, y ha cambiado para siempre los límites de la ficción fantástica.
Guy Gavriel Kay nos presenta en su obra Tigana, retomada después de veinte años por la Factoría de Ideas, un mundo en el que la opresión de dos tiranos que se han repartido la Península de La Palma generará numerosos elementos opositores que lucharán por la libertad y el fin de la ocupación. Esta Península estaba antaño formada por nueve regiones diferentes enfrentadas entre sí por distintas nimiedades, siendo estas luchas intestinas las que facilitarán su conquista. La falta de una organización colectiva en la resistencia aumentó la vulnerabilidad de estas provincias y que fueran siendo derrotadas una a una, pasando cuatro de ellas al Imperio de Ygrath, otras cuatro al Imperio de Barbadior y restando una última provincia que resistió y que jugará un papel determinante en la historia.
A su vez, como ya se ha apreciado en otras obras del autor como Los Leones de Al-Rassan, pese a que el argumento sea totalmente ficticio, la acción tendrá lugar en un mundo inventado que se asemeja a uno que realmente existió. En este caso podemos relacionar La Palma con la Italia Medieval, al igual que asociábamos Al-Rassan con Al-Ándalus.
En toda la obra tendrán gran relevancia las pasiones, especialmente la venganza y el amor. La venganza se asocia con el tirano Brandin de Ygrath, cuyo segundo hijo Stevan fue asesinado por Valentín, Príncipe de Tigana. Por este motivo vendrá dada la dura represión en esta provincia tras su derrota y una venganza que consistirá en que Tigana caiga en el olvido, por un hechizo de enormes dimensiones que provoca el olvido del nombre de Tigana y toda su historia, excepto por parte de los tiganeses, quienes son testigos de cómo todo por lo que han vivido y luchado se desvanece.
El amor se relacionará con el fuerte sentimiento hacia la libertad de Tigana y el que irá surgiendo entre los personajes, aunque quedará en un plano secundario frente a la acción principal. Entre el amor es de destacar el del tirano Brandin hacia Dianota, una de las jóvenes doncellas de su harén. Con este simple gesto, el autor concede la humanidad a este autócrata mientras que a Alberico de Barbadior no le proporciona defensa moral posible.
En definitiva, Tigana es una gran obra que narra la historia de un pueblo cuyas raíces corren peligro de caer en el olvido y que luchan por la libertad y por la defensa de su tierra y su legado en una novela con un tono sencillo y de lectura agradable, que fue nominada al Premio Mundial de Fantasía y al Premio Aurora en 1991.
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