Otro título reciente que se puede adquirir en Kindle Amazon “8 primeros amores y un poema al desamor”, suceden a otros libros por encargo como el libro del XV Aniversario del madrileño Centro Comercial de La Vaguada; una biografía de “El Señor de Coca-Cola” y “Tetuán lo hacemos todos”, un relato de las iniciativas de los vecinos de este distrito de Madrid.
Dices que tu padre te encargó escribir este libro 24 horas antes de morir, ¿Cómo te lo encargó?
La noche anterior a su muerte cuando comienza la crisis respiratoria que le lleva al coma mi padre me dice con la mascarilla de oxígeno puesta y mirándome a los ojos: “escribe el libro”. En ese momento no soy consciente del proceso que luego se sucederá, de la necesidad que tendré de escribir pensamientos que me vienen de no se dónde, por eso el subtítulo: “cumpliendo voluntades del más allá”, porque alguien me dictaba lo que tenía que escribir. Mi padre no me dijo que escribiera sobre la sonrisa, ni sobre el amor, ni sobre la vida. Tan solo me encargó que escribiera el libro que pronto tendrán entre sus manos impreso.
Este libro nace y crece como un compromiso íntimo, una terapia emocional, un duelo literario personal… ¿Qué puede significar para las personas ajenas a ti y a tu padre?
Eso mismo, un compromiso con tu propio yo, un serte fiel, quererte y cuidarte. Terapia emocional, por supuesto, ¡muy buena definición!. La escritura es una terapia que se utiliza mucho por profesionales de salud mental. El proceso de pasar el pensamiento de la mente, por el brazo, a la mano y llevarlo al papel es una forma de evolucionarlo, de pensarlo, de dejarlo irse a dónde le corresponde. Lo recomiendo siempre a todos aquellos que tengan un gran “sufrimiento” en su cabeza, que lo lleven al papel, en la forma que elijan: de poema, de reflexión, de novela, de dibujo, de jeroglífico… que más da, el caso es dejarlo ir, no es sano que de vueltas por tu cabeza.
Creo que para los demás, en muchos casos significará “un no sertirse solo ante el dolor”, es ver que otros sufren el mismo proceso o parecido cuando despiden a un ser querido, a un referente. Es ayudar a ver el duelo como algo natural y un proceso que yo enseño a vivir de una manera diferente. Trato de mostrar que no estamos solos que el que se va de alguna manera queda entre nosotros, mi padre era un artista y fue a través del arte que me fue incitando a escribir las cosas que cuento en el libro y me hace ver cosas maravillosas en las que hasta ahora no había reparado.
Las señales. El corazón de piedras, la foto de los pies de tu padre en Facebook, el mensaje en la arena, el video en Magisto. ¿Cómo darle credibilidad a todo esto sin que parezcas o una rara o una loca o una iluminada? Alguien pudo hacer el corazón… Alguien pudo escribir el mensaje… Alguien pudo hacer el vídeo… Alguien pudo publicar la foto de los pies… Y, por supuesto, ¿Qué ponía en el mensaje? ¿Lo vio tu madre? ¿Qué contenido tenía el video?
Jejejejje, hace mucho que me da igual lo que piensen los demás sobre mis procesos interiores y mi manera de afrontar y enfocar la vida. Lo que importa es el resultado, y tengo mucha gente que me pregunta que cómo hago para gestionar todo lo que me pasa y yo se lo comparto. No se trata de demostrar a “los demás” que mi padre se comunica conmigo a través de Facebook, porque a mi me vale y eso basta y está bien. Otras personas sueñan a sus seres queridos o les ven en “su sofá preferido” leyendo tras su muerte una tarde cualquiera o sienten el viento en su rostro como una caricia del amor de su vida fallecido en el ese rincón del jardín preferido. . Los mensajes en la arena, eran tan artísticos, tan bellos, tan originales… que me apetecía pensar que eran de él, me consuela saber que aún sigue conmigo que se comunica conmigo, que su energía habla a través de esas señales. Solo sé que cuando me las encuentro me hace sonreír como él, porque sigue enviándomelas constantemente. El mensaje del video de Magisto lo dejo de sorpresa para los que se aventuren a leer el libro, Sr Castillo, sino al final lo contamos todo. Y sí, mi madre ha leído el libro, vio la foto de Facebook, (que nadie puso ahí) y ella, sigue soñándole todos los días de su vida. El video contaba los días que había pasado en Chilches cuando me fui a terminar el libro, cuando se completó el círculo, pero como le digo mejor que lo lean.
¿Este libro es el “mapa del tesoro” para alcanzar una vida plena de felicidad? ¿Todos tenemos el poder de nuestra sonrisa para conseguir lo que nos propongamos?
Me gusta que me haga esa pregunta, nuestra vida es un tesoro y tenemos la responsabilidad de vivirla “plenamente” que significa conscientes o inconscientes, pero “en atención”. Yo defiendo que la herramienta que tenemos los seres humanos para “vivir felices” es la “sonrisa”. Pero, una sonrisa con todo el cuerpo, con todos los músculos de la cara, con los ojos, con las manos, con los pies, con el movimiento, con el alma… Bueno, a los recién llegado les recomiendo que comiencen por la convencional: con el arco que dibujamos con nuestros labios y nuestra boca al sonreir. No solo lo defiendo yo, y lo practicaba mi padre del que lo aprendí, sino que está demostrado científicamente de los beneficios de la sonrisa en la salud y el bienestar de las personas.
La muerte es una realidad irrebatible que no aceptamos en general y de la que casi todo el mundo se esconde. ¿Por qué conviene recorrer contigo los rincones que se esconden tras la muerte cercana o lejana? ¿Cuáles son los rincones que te sorprendieron cuando los identificaste?
Sí es quizás una de las únicas verdades irrebatibles del ser humano, “nacemos y morimos”. Venimos aquí para morir, pero mientras llega la muerte, qué no sabemos cuándo será, ¡vivamos!. Esto que es tan evidente a muchas personas les cuesta entenderlo y gastan su “tiempo vital” en cosas que no merecen la pena. Debemos vivir cada instante como si fuera el último y gastarlo con quién de veras lo merece. Invito a todos los valientes a acompañarme en ese trayecto de los 41 días de “vida” de mi padre con el diagnóstico del cáncer anunciado. Un amigo mío tras leerlo, me llamó gritando: ¡Eva, es la leche!, ¡trata de la vida! ¡la vidad!, sí, tu padre está vivo por siempre. Entonces, yo me sentí tan bien… Sin duda el rincón que más me sorprendió fue el del corazón de mi padre, el de su sinceridad ante la antesala de la muerte, su humildad y respeto ante la luz que estaba a punto de recibir. El rincón del perdón, quizás fue el más adorable de todos, perdonar todo y a todos; es la solidaridad en estado puro.
¿Crees en la vida eterna? Si es así, ¿Cómo crees que es la vida en la vida eterna?
Soy creyente por tradición y educación cristiana y creo que Jesucristo fue como un Buda, o un Gandhi, o una Teresa de Calcuta, o un Mahoma, creo que fue un hombre muy grande que traía un mensaje que todavía hoy nos empeñamos día a día en “desoír”. Que la vida es ahora, es hoy, es esa sonrisa de ese bebé que te cruzas por la calle, que es tu perrito moviendo el rabito contento porque has llegado a casa, que es ese primer beso a tu enamorado… que es el estar con otros y compartir risas, canciones y bailes. Creo que los que se van dejan su energía, su luz y sus experiencias entre nosotros, (si sabemos recogerlas) y se “transforman”, “transcienden” a una energía mayor, a una energía Universal. Eso lo cuenta la Biblia, los Evangelios en forma de cuento. Hay que saber leer el mensaje. Lo más importante es formar parte de la energía buena y hacer el bien, es decir hacer primero para ti lo que te hace sentir bien y luego hacer lo mismo con los demás. Eso es la vida eterna, claro que sí y así lo entiendo yo.
¿Ha cambiado tu vida después de escribir "El poder de tu sonrisa"?
El camino ha cambiado mi forma de ver la vida. Nunca crees que hoy en día, con los adelantos que hay, tu padre morirá con 65 años, ¡no!, ni se te ocurre pensarlo. Pero, tampoco que tu hija con 11 años se vea al borde de la muerte por una hemorragia cerebral. Ese será mi próximo libro, en cuanto mi hija me autorice a relatar la experiencia. Tengo claro que todos estos sucesos me han ocurrido para algo, he de dar el testimonio, porque seguro que a alguien le sirve.
¿Crees que cambiará la vida de quien lo lea?
Rotundamente, sí. Aunque cada uno vivamos los procesos de una manera o de otra, el simple hecho de saber que hay otro ser humano que le ha sucedido algo parecido te hace sentir bien y si encima comparte su experiencia contigo y te la cuenta te hace simplemente, ¡volar!. Yo digo que es como hacer un viaje, sino llegas y le cuentas a alguien todo lo que has visto, las anécdotas que te han ocurrido, las fotos que has hecho, las personas que has conocido… el viaje no habrá merecido la pena. Todo viaje necesita ser contado y eso es lo que he hecho yo. Contar el viaje de mi padre hacia la muerte y luego mi viaje por el duelo de la persona que más he querido en este planeta. De aquella de la que aprendí tantas cosas, de su propio ejemplo y sobre todo, ¿ya imaginará Señor Castillo que te voy a decir?. Que me enseñó a “sonreír” siempre, porque así todo te irá bien.
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