En esta ocasión ha decidido contar la historia en primera persona. “Comencé escribiéndola en tercera pero cuando llevaba escritas más de cien páginas me di cuenta que no estaba funcionando como yo quería y cambie a primera persona”, desvela el autor. Su nueva narración es una historia de suspense donde el protagonista Christian A. Bennet recibe un extraño encargo para encontrar a la hija de la editora del periódico donde trabaja que desapareció hace quince años.
Cuando comienza a investigar, se da cuenta que el encargo tiene algo que ver con una investigación que él mismo realizó hace ya varios años, sobre corrupción en Las Vegas, y que no terminó de contarlo todo. Entre la cúpula de la mafia que controla la ciudad californiana y una mujer, de la que se enamoró y apareció muerta en extrañas circunstancias, dejó demasiadas pistas sin resolver.
“Bennet es un personaje solitario, algo huraño y que no le gusta trabajar en equipo”, describe José Sanclemente a su protagonista. La historia surgió hace unos años cuando estuvo invitado tres días en la isla de San Simón, en la ría de Vigo, para debatir sobre el futuro de los medios de comunicación y el periodismo. Los organizadores le dijeron que habían realizado la semana anterior un encuentro entre magos y neurólogos y que entre ambos colectivos habían extraído un buen número de conclusiones sobre el comportamiento del cerebro humano ante los efectos del ilusionismo.
Esa afición por el ilusionismo le hacer ir a un curso en Barcelona sobre el tema, “muy malo, por cierto”, dice. También recorre las principales ciudades donde se realizan los mejores números de magia: Las Vegas, Nueva York, Barcelona y Paris. Es precisamente en esta ciudad donde desapareció Angela, la hija de Martha Sullivan, propietaria del periódico neoyorkino Sentinel. Hasta allí viaja el protagonista, cargado de recortes de prensa, para intentar localizar, si vive, a Angela Sullivan, futura dueña del periódica si vive.
“Mi novela tiene una trama tramposa, un plan urdido para engañar al lector al igual que el mago engaña al espectador”, expresa el escritor barcelonés con un deje de orgullo. Ya que la trama que despliega es francamente original. “Todos los sitios que salen en la novela son reales y he viajado para conocerlos. En Las Vegas estuve 3 ó 4 días; a Nueva York, como a Paria voy a menudo por motivos de trabajo y en todos los espectáculos tomé muchas notas para la novela”, explica sonriendo.
José Sanclemente quería contar una historia ciertamente sorprendente. “-Todo el mundo quiere ser engañado, así que deja que se engañe- decía Cayo Tito Petronio hace ya muchos siglos. Eso es precisamente lo que busca un espectador cuando acude a un espectáculo de ilusionismo. Si quieres saber cómo se hacen los trucos, no disfrutas del espectáculo, así que es mejor dejar llevarse por la magia”, expone el autor de “Ilusionarium”.
“Mi novela se lee muy rápidamente, es muy cinematográfica. Me encuentro muy a gusto describiendo los sitios y los escenarios pero, también, los sentimientos y las emociones. Nuestro cerebro está más preparado para las emociones que para la razón”, explica el escritor y periodista barcelonés. Nuestra retina es incapaz de acceder a más información que una cámara fotográfica y nuestro cerebro está condicionado por la ilusión. Quizá por eso, José Sanclemente haya querido hacer un libro basado en el engaño. ¿Por qué nos gusta que nos engañen?, se pregunta. “Nos dejamos engañar, convivir con la mentira es mejor que con la verdad”, razona.
El protagonista al investigar el pasado, investiga su propio pasado. “Su vida no es lo que él creía tener, por eso, la novela tiene muchos giros según se va dando cuenta que no es verdad todo lo que recuerda. Los giros son comparables a los que suele tener una novela negra. Un buen mago siempre rizará el rizo para que surja lo inesperado para el espectador. Un escritor de novela negra buscará también concentrar la atención en un foco determinado de la trama de un asesinato para que aparezca la resolución del caso de la manera más sorprendente e inesperada”, puntualiza el escritor
“Ilusionarium, en cierta manera, es una reivindicación de la maga. Hay muy pocas magas en el mundo, de hecho yo sólo he podido contactar con una maga en España, Inés, la maga. Cuando terminé la novela se la envié para que la revisase y no me hizo ninguna corrección. Las mujeres, en los espectáculos de magia, siempre han estado en segundo plano cuando, realmente, llevan todo el peso de la función, ya que la empatía con el público la lleva la maga, no el mago”, expone convencido José Sanclemente.
En la novela, el periodismo es la excusa que permite jugar con la verdad. “El periodismo puede hacer mucho daño. Un periodista no es un mago que pueda hacer un mismo truco dos veces. En el periodismo sólo vale la verdad”, analiza con pasión el autor, aunque distingue que el periodismo no está para meter a los corruptos en la cárcel, “para eso hay otras instituciones aunque creo que no funcionan y tienen poco interés en cambiar el sistema”, añade.
José Sanclemente, con las muchas ocupaciones que tiene, utiliza sus periodos de descanso para escribir sus novelas, “escribo en el AVE, por la noche mientras mi familia ve la televisión, los fines de semana. Escribo a salto de mata pero para mí escribir es una liberación, es algo placentero que sólo me aporta satisfacciones”, concluye el escritor.
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