Ese primero de junio es el día en que cumple la mayoría de edad la pequeña de las hijas del matrimonio protagonista de la novela y cuando el padre tendrá que explicar a sus hijas todo lo ocurrido doce años antes. El lector tendrá que leer la novela para enterarse de la intriga que nos plantea la escritora en la plenitud de sus facultades literarias, aunque, seguro, que nos seguirá dando muy gratas sorpresas más adelante.
“Yo siempre escribo sobre lo que me interesa y mis metas son casi siempre las mismas, lo que cambia es el envoltorio que es distinto”, dice Julia Montejo al comienzo de la entrevista que mantuvimos. La novela trata de una infidelidad, pero estén tranquilos, no tiene nada que ver con la autora que, además, ha dedicado el libro a su marido. “No me siento muy cercana a la protagonista, de mis personajes con la que más me he sentido identificada ha sido con Amalur, la protagonista de Lo que tengo que contarte”.
En la novela se plantea cómo el rencor puede prolongarse casi indefinidamente, cómo se puede llegar a odiar o amar tanto, “ambos sentimientos están muy juntos en la cabeza de Daniel, uno de los protagonistas, hasta tal punto de parecer un psicópata”, describe la escritora pamplonica. La imagen de esta persona es tan seductora que muchas mujeres caen rendidas a sus pies, pero detrás de esa fachada se encuentran unos sentimientos enquistados desde hace mucho tiempo.
Julia Montejo lleva publicadas en Lumen dos novelas, de las dos primeras, publicadas en otra editorial, la cual se ha portado muy bien en su opinión, acaba de recuperar los derechos y espera que se puedan reeditar. “Me gustaría que fuese en Lumen, el lector del sello es una persona sofisticada que busca un tipo de literatura que le deje espacios para que sea el propio lector el que los rellene”, dice. Sus tramas suelen ser entretenidas y la gusta mantener el equilibrio entre ese entretenimiento y el hacer pensar y conmover al lector.
“Los abrazos oscuros tiene dos niveles de lectura. El primero, el rápido y entretenido y un segundo en que el lector tiene que explorar en la trama del libro y que le hace pensar. Que un libro sea entretenido no tiene que significar que sea mala literatura”, razona con su tono cercano y persuasivo. Julia Montejo no es una escritora que se queje sin razón, pero hay algo que sí la inquieta, la inmediatez de las redes sociales y la influencia que están teniendo. “Ahora los lectores están demasiados expuestos a las redes sociales o a la televisión. Leer requiere más esfuerzo, por lo tanto los escritores debemos esforzarnos en hacer los libros entretenidos”, sentencia.
Para ello, ha urdido una trama que va in crescendo, con una espiral de horror donde pusiese en peligro la vida de la protagonista. “Por eso, tiene que volver a sus raíces, para entender lo que la estaba ocurriendo. La vida está llena de malas lecturas y malas interpretaciones, de ahí que regresar a nuestros orígenes ayude a conocer realmente lo que somos”, opina.
Julia Montejo reconoce que lo que más le cuesta a la hora de escribir una obra es “encontrar la forma narrativa adecuada, encontrar el tono para construir la historia. Para ello, tengo que hacer una profunda introspección y un ejercicio de sinceridad literaria”, explica durante la conversación que mantuvimos.
La novela la divide en tres partes. En la primera, se sabe lo obvio sobre la protagonista. En la segunda, se convierte en un infierno donde se plantea quién es realmente ella. “Si no digerimos nuestro pasado, puede volver en cualquier momento. Hay que asumirlo para poder avanzar”, comenta. En esta parte, los escenarios juegan un papel determinante, ya que se realiza una exploración de la persona en ellos. En la tercera, es la parte más agobiante, tiene mucho de thriller sentimental, donde la confusión personal llega a límites insospechados.
“A mí, me gusta mucho meterme en la piel de mis personajes. Se necesita hacer esto para que el lector empatice más con los protagonistas”, sostiene y agrega “quiero que el lector se cuestione a los personajes y que, al final, el libro deje un poso que haga reflexionar al lector. Que le remueva y le haga pensar”. Desde luego que lo consigue, ya que el final de la novela es desasosegante y lúcido.
“El tema de la infidelidad es uno de los grandes temas de nuestra sociedad. Muchas veces el no tener raíces hace que no se sepa amar. Creo que vivimos una época demasiado superficial”, concreta la escritora de Pamplona. “Y esa superficialidad nos lleva a la oscuridad, lo cual está proyectando una caricatura de nosotros mismos”, concluye Julia Montejo.
Puedes comprar el libro en: