Una Nueva Movida Madrileña
Así conmemora El Duende su mayoría de edad. Hija del baby boom en España, esta pequeña cabecera, que debe su nombre a la tradición periodística del uso de “Duende” como cabecera o seudónimo, y en especial a Larra, ha visto pasar por sus páginas la historia de la Cultura de varias generaciones. Y ese es, para Rubén Arribas y Esther Ordax, fundadores y codirectores de la publicación, “nuestro mayor orgullo, apoyar a la cultura y a los creadores contemporáneos. En 18 años, en los 155 números que hemos ido dejando en el camino, hemos conquistando al público desde las calles de la ciudad, y hoy somos una de las pocas cabeceras que le quedan a la capital”. Su sueño: “convertir El Duende en un icono madrileño”.
Porque la historia de El Duende es inseparable a la de Madrid. Sus páginas han sido testigo de la transformación cultural de la ciudad. Y tras estas casi dos décadas cambiando de traje sin dejar de ser la de siempre, metamorfoseando con frecuencia su formato y generando acciones culturales y eventos, la revista constata hoy que existe una Nueva Movida Madrileña, la generación cultural más heterodoxa y ecléctica que se recuerda. Artistas independientes, más profesionalizados que nunca, lanzados a la autogestión y la autoedición. Músicos indies y electrónicos, teatro independiente y microteatro, escritores alejados del realismo, ilustradores, artistas urbanos, cineastas, diseñadores, chefs… Rubén Arribas lo define como la “PRO-MOVIDA”; “una nueva Movida liderada por creadores de todos los ámbitos con una PROfesionalidad y calidad sin parangón, que además no depende del apoyo institucional y por desgracia no está promovida. Esta edición de aniversario es un homenaje a ellos y una verdadera exposición de sus creaciones y visiones sobre los iconos contemporáneos”.
Pionera en su especie
En plena y vertiginosa revolución tecnológica y digital, El Duende sobrevive en su piel de papel, contra todo pronóstico y como la Candy de la canción de Lou Reed, “en la parte de atrás de los bares, es la querida de todos”. Para Esther Ordax “existe toda una nueva hornada de publicaciones que encaran la crisis del papel ofreciendo un diseño cuidado y un contenido desarrollado y valioso. Y en este foco de resistencia, somos pioneros”. Y todo, sin dar la espalda a lo digital. El Duende tiene una versión web, duendemad.com, y si una prueba de que triunfar en este territorio reside en un buen posicionamiento en Google, buscador que, por cierto, nació también en 1998, escribiendo “duende” en él, comprobamos que como primer resultado no aparece ni un tablao flamenco, ni un hombrecillo verde. Aparece, sí, nuestra web.
Hemos conseguido ser de mayores lo que queríamos ser, y vamos a celebrarlo con un grito de guerra: ¡El papel no ha muerto, viva el papel! O mejor, con dos, también con este otro: #yoleoelduende, etiqueta con la que los verdaderos protagonistas de la cultura, sus creadores, nos han regalado vídeos de felicitación que, a diario, estamos compartiendo en nuestra web y redes sociales, y con la que hemos creado un concurso para premiar los mejores vídeos de nuestros lectores.