El autor, Antonio Martínez i Ferrer, junto con José María de la Quintana, editor; Matías Escalera Cordero, encargado de la edición y del prólogo; Ana Pérez Cañamares, Antonio Crespo Massieu y Alberto García-Teresa, escritores y críticos; y Verónica Sierra Blas, profesora de la Universidad de Alcalá, especialista en memoria histórica.
Con motivo de la publicación de “Para la libertad: memorias a un padre asesinado” (Amargord, 2017), las memorias de Antonio Martínez i Ferrer (Alzira, 1939), uno de los poetas más respetados de la Poesía de la Conciencia Crítica, testigo y actor de la historia de este país en los últimos cincuenta años, que fue obrero de las Artes Gráficas y ocupó la mayor parte de su vida en la lucha contra la dictadura franquista, por lo que fue perseguido y represaliado, además de sufrir el despido injusto de su trabajo y el exilio político en Francia; cuyo primer poemario nace después de cumplir los 60 años, y que, desde entonces, ha sido autor de una decena de poemarios, algunos de los cuales han sido también publicados en la lengua catalana de Valencia; hemos querido rendirle homenaje, los compañeros y compañeras de Madrid, a su figura, a su obra y a sus memorias, que son las memorias del tiempo que nos ha hecho ser como somos colectivamente, en un acto de presentación de las mismas, al que seguirá un coloquio entre los participantes, el autor y el público asistente, sobre todos los temas que se susciten tras las palabras del propio Antonio Martínez i Ferrer y del resto de los intervinientes.
Estas Memorias de Antonio Martínez i Ferrer son un emocionado diálogo en el tiempo con su padre asesinado, al final de la Guerra Civil, y un lúcido e impresionante testimonio de los últimos setenta años de nuestra historia social, sentimental y política, pero, en esta ocasión, desde la perspectiva de uno de nosotros, las gentes del común; alguien que no nos quiere vender una mercancía histórica averiada y que, por eso, se convierte en un auténtico referente de esa memoria de nosotros mismos que se niega a morir sin expresarse, y que vamos recuperando contra todos los vientos y todas las mareas, día a día, testimonio a testimonio… Pues, como afirma Antonio Crespo Massieu en su Obstinada memoria…
“… vendrá el tiempo
en que decir se pueda lo que falta,
lo que convenía, anudando
el hilo roto del tiempo,
devolviendo su fulgor de palabra herida
y exacta a la historia.”
Unas memorias, al fin, para la libertad presente y futura.
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