Antonio Carvajal, el don de la palabra: el poeta granadino ‘unifica’ al fin el libro ‘Setiembre en los jazmines’

Antonio Carvajal, uno de los nombres fundamentales de la lírica española de las últimas décadas, vive empujado por la poesía. Así lo demuestra en su nuevo libro, Setiembre en los jazmines, que reúne por primera vez en un único título dos obras que, por las casualidades y las exigencias del mundo editorial, se publicaron en 1984 por separado, si bien fueron concebidas inicialmente como una sola: Del viento en los jazmines y Noticia de Setiembre.

Con el título ‘mestizo’ de "Setiembre en los jazmines", volumen incluido en la colección ‘O Gato Que Ri’ del sello Entorno Gráfico que cuenta con una introducción firmada por el poeta Manuel García, Antonio Carvajal hace realidad por fin un libro concebido originalmente a modo de cancionero y que cuenta una historia que avanza del amor carnal al desengaño para desembocar en el triunfo de la amistad y el consuelo sereno que proporciona en los últimos poemas la contemplación y el disfrute del paisaje rural.

Ese discurrir se detiene, a veces, en otras temáticas, como el marcado dolor de España de los  poemas de la sección ‘Variaciones dolientes’. En ellos, el poeta igual arremete contra el dictador (“halcón de pico maduro”) y contra la Iglesia (“halcón de celestes garras”) que rinde homenaje a una de las víctimas de la represión franquista: el joven granadino Francisco Javier Verdejo (“Verde le dejo junto al mar tranquilo”), asesinado por pintar en un muro el lema: ‘Pan, Trabajo y Libertad’. 

Este ‘nuevo y viejo’ libro de Carvajal también destaca por la riqueza de estilo y de métrica, allí donde el granadino es un maestro. Hay romances de todo tipo, formas populares, seguidillas solas o con bordón, silvas arromanzadas, estrofas manriqueñas, sonetos, sonetos alejandrinos, décimas, redondillas, liras, odas…, así como una gran variedad de versos (pentasílabos, hexasílabos, heptasílabos, octosílabos, eneasílabos, endecasílabos, alejandrinos, pies quebrados).

En "Setiembre en los jazmines" se despliega el granadino como el gran poeta que es, de fina sensibilidad y exquisito gusto, con gran dominio de métrica y verso

“No creo haber leído ningún libro donde en tan breve espacio se junten tantas y tan variadas formas métricas”, recalca al respecto el poeta Manuel García en la introducción que acompaña a Setiembre en los jazmines. El estudio revela, además, las abundantes glosas y citas de autores clásicos que contiene (San Juan de la Cruz, Fray Luis de León, Góngora, Lorca, los hermanos Machado). “Carvajal no los esconde, sino que los exhibe –explica-, queriendo mostrarnos cómo él se incorpora a esa secuencia histórica de la que forma parte con sus poemas”.

Antonio Carvajal es uno de los nombres fundamentales de la poesía española de las últimas décadas. La aparición de Tigres en el jardín (1968) provocó un auténtico seísmo en el panorama poético. A este libro le siguieron otros como Serenata y navaja (1973), Del viento en los jazmines (1984), Testimonio de invierno (1990), Alma región luciente (1997) y Un girasol flotante (2011), entre otros. Su libro Antorchas del solsticio (2017) está entre los finalistas del premio Andalucía de la Crítica. A lo largo de su trayectoria, ha obtenido numerosos galardones, entre los que destacan el Premio Nacional de la Crítica en 1990 y los premios de la Crítica de Andalucía y Nacional de Poesía, ambos en 2012.

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