Vulnerar la ley puede ser inevitable cuando uno es policía y lucha contra el narcotráfico.
Alfa tal vez no es inocente, pero hay una gran diferencia entre ser un delincuente o ser un tipo que se ha visto obligado a cometer un delito.
Alfa es un policía que queda en libertad provisional tras pasar más de un año en prisión acusado por sus compañeros de asuntos internos de la comisión de un delito.
\nUna vez en la calle, dispone de una nómina estrangulada que apenas alcanza los ochocientos euros y una media de espera judicial de seis años hasta que reciba la sentencia final.
Cuando alguien le propone empezar una nueva vida apoderándose de cincuenta kilos de cocaína ajena, Alfa no se lo piensa dos veces. Solo necesita cuarenta y ocho horas, regresar a Castellón, despedirse de gente querida y ejecutar de manera inversa lo que hasta ahora venía haciendo.
Una novela basada en hechos reales, en la que se desvelan los entresijos de una vida supeditada a bucear en las aguas del narcotráfico.
A fin de conservar el anonimato de Alfa y su entorno, la historia ha sido en gran parte ficcionada. Su caso todavía no ha sido resuelto y, por tanto, está pendiente de sentencia firme. Por ello impera la necesidad de no identificar ni al hecho ni a sus protagonistas.
Pere Cervantes nació en Barcelona y se crió a caballo del Poble-sec y el barrio marinero de la Barceloneta. Tras veinticinco años pateando las calles de este país con una placa en su bolsillo y un arma de fuego en su cintura dentro del cuerpo de la Policía Nacional, afirma disponer de una mirada en modo grabación que le sirve de primera mano para crear sus novelas. En su paso por los Balcanes como miembro de las Naciones Unidas, aprendió que la hostilidad, al margen de etnias y religiones, suele atemperarse con la lectura.
Esta es su cuarta novela policíaca después de haber publicado No nos dejan ser niños, La mirada de Chapman y Tres minutos de color.
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