“El aroma del tiempo” nos adentra en uno de los periodos más glamurosos del siglo XX, los felices años 20, los años de entreguerras de las dos mayores carnicerías que se han producido en el mundo. Entre tanto dolor, siempre hay tiempo para hacer cosas realmente bellas. De una de ellas, el perfume, trata esta novela contada en dos espacios temporales muy definidos.
Nùria Pradas ha sido una de las mayores especialistas en literatura infantil y juvenil de nuestra península hasta que en 2014 publicó su primera novela para adultos. Con “El aroma del tiempo” son ya tres sus novelas para adultos y estamos seguros que no será la última. Su novela no trata en exclusiva de la creación de perfumes, hay también una crítica social sobre nuestra posguerra. En la entrevista nos desvela muchos de los secretos de su obra y algo más.
¿Qué tienen para usted los perfumes que le ha querido dedicar una novela?
Básicamente, sentí curiosidad por un mundo que desconocía. La curiosidad me mueve a documentarme y a escribir. Las ganas de saber más cosas sobre temas interesantes.
¿Quién es más protagonista en su novela Coco Chanel o los perfumes?
Sin duda, los perfumes. Coco Chanel no tiene un papel protagonista en la novela, aunque sí importante. Los perfumes, en cambio, están detrás de todas las tramas; de todos los personajes.
¿Qué cualidades destacaría de la gran modista?
Sin duda su capacidad de trabajo y sus ganas de innovar. Hay muchas cosas de Coco Chanel que no me gustan, que no comparto, pero debo reconocer que sirvió de modelo a la nueva mujer de las primeras décadas del siglo XX.
¿Qué aroma tenían los años veinte? ¿Y los actuales?
En los años veinte, la perfumería experimentó una revolución total. La química, los aldehídos, entraban a formar parte de la elaboración de los perfumes. Ya no se imitaba a la naturaleza. Se creaba naturaleza. El ejemplo más claro de este cambio fue, sin duda, Chanel nº5. Hoy en día, seguimos contando con familias aromáticas diversas y con una oferta muy variada. El aroma de nuestro tiempo es diverso, como diversos son los gustos y las ocasiones.
Coco Chanel sirvió de modelo a la nueva mujer de las primeras décadas del siglo XX
Su novela sobre todo en la primera parte tiene muchos cambios temporales y de ubicaciones. Aunque comienza en plena Gran Guerra, salta a los años ochenta del siglo XIX repetidas veces. ¿Le gusta utilizar este recurso?
De hecho, hay un salto al pasado para presentar a los padres del protagonista, Pablo Soto. Me parecía que era importante dar a conocer sus orígenes, para entender mejor al personaje: su pasado, pero también su futuro.
¿Comenzó en esos años la verdadera revolución de los perfumes?
Sí, he escogido el momento más revolucionario de la perfumería; uno de los más apasionantes. En los años 20 del siglo pasado, no solo nace Chanel nº 5, si no Shalimar de Guerlain. Es una época de cambios, como os comentaba antes. Y de grandes creaciones.
Sin embargo, en la segunda parte que transcurre en Barcelona el desarrolla es más lineal. ¿Qué contrastes ha pretendido resaltar con esa estrategia?
Hay un cambio importante en la manera de contar la historia, sí. La segunda parte es más resolutiva. Pablo Soto va en busca de sus orígenes: regresa a su Barcelona natal. La mirada del narrador se posa en ese regreso y mira hacia el futuro. Solo hacia el futuro.
¿Qué le gusta de los felices años veinte?
Muchas cosas. La innovación, las ganas de cambio, la modernidad, la moda…. Aunque, recordemos, que el mundo acaba de salir de una guerra y se encamina hacia otra. No son tiempos fáciles, pero precisamente por eso, la gente se empeña en vivir.
Creo que los cambios en su elaboración y producción los democratizaron. Es decir, en el siglo XX, un perfume puede ser adquirido por más gente
¿Qué sucedió para que los perfumes empezasen a tomar una mayor entidad?
Creo que los cambios en su elaboración y producción los democratizaron. Es decir, en el siglo XX, un perfume puede ser adquirido por más gente. Aunque sigue siendo un objeto de lujo, está al alcance de una capa social más amplia. Y, por lo tanto, se hacen más presentes en las casas, en la vida cotidiana.
Hasta entonces, los perfumes no tenían autor conocido. ¿Fue Coco Chanel quien cambio eso?
No. François Coty era un gran perfumista francés a quien Coco admiraba. Antes que ella lo hiciera, el modisto Poiret creó una línea de perfumes para vender junto a su ropa: Nuit Persane. El creador de Chanel nº 5, Ernest Beaux, era un conocido perfumista que había perfumado a la zarina. La casa Guerlain contaba ya con tres generaciones de perfumistas… Es decir, antes de Coco, los perfumes tienen nombre y rostro.
¿Cuánto de histórico y de ficción tiene “El aroma del tiempo”?
Hay más ficción que historia: es una novela. Lo histórico se limita a lo que hace referencia a Chanel nº 5: su creación y, también, su leyenda. Y a algunos personajes, casi siempre relacionados con el mundo de los perfumes: Chanel, Poiret, Beaux, Guerlain…
Paris, Barcelona, Grasse… ¿Son las ciudades protagonistas de su novela?
La primera parte empieza en Barcelona, pero en seguida se traslada a Grasse, en donde el protagonista vive sus adolescencia y juventud, hasta que se traslada a París en donde empezará su carrera como perfumista. La segunda parte se centra en Barcelona.
Su novela tiene grandes descripciones, tanto de personas como de ambientes. ¿Ha sido difícil recrear a personajes como Coco Chanel y ambientes de esos años?
Gracias por la observación. Hago un riguroso trabajo de documentación. Soy muy exigente con ese trabajo previo a la escritura. Si vamos a recrear ambientes y personajes históricos, debemos documentarnos. Conocerlos. En El Aroma del Tiempo, el primer paso a la hora de llevar a cabo ese trabajo de documentación fue viajar a Grasse, la ciudad del perfume.
¿Cuánto tiempo ha tardado en documentarse?
Es un trabajo de meses. Suelo tardar más en documentarme que en escribir. Cuando empiezo con la escritura ya tengo mucho camino recorrido. En total, ha sido un año de trabajo.
Su protagonista, Pablo Soto, es una persona que sufre todo tipo de desgracias. Todos esos sufrimientos, ¿hace que empatice con los lectores?
No lo sé. Pero yo creo que sus ganas de superación, su carisma y ese “no rendirse” que lo caracterizan son bastante empáticos. Ahora los lectores tienen la palabra.
Tenemos hasta un triángulo amoroso. En su opinión, toda buena novela ¿tiene que tener una buena historia de amor?
No siempre. Pero también en la vida buscamos nuestras historias de amor, ¿no? La novela reproduce eso. Pero no creo que sea imprescindible. A mí, es que me sale así.
Entre el periodo de entreguerras y la posguerra, ¿qué periodo considera más literario?
Cualquier periodo puede convertirse en un buen periodo literario si hay una buena historia y un buen escritor que la escriba.
Para terminar, una maldad ¿usa Channel nº 5?
¡Ahí, me habéis pillao!!!! Nooooo. Es demasiado intenso para mí. Yo soy de aromas cítricos, suaves.
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