“El peor de los tiempos” discurre, precisamente, hace un año, en el puente de la Constitución para unos, en el de la Inmaculada para otros o en el puente más largo del año, más que el acueducto de Segovia para la mayoría. Para Alexis Ravelo, estamos en el peor de los tiempos. “Sobre todo si lo comparamos con hasta dónde podríamos haber llegado. Este podría ser el mejor de los tiempos por todos los avances técnicos que tenemos pero la corrupción y la política han hecho que nuestra sociedad no sea todo lo justa y avanzada que podría haber sido. En ese sentido, estamos viviendo una involución”, expone con su acento canario de manera precisa.
“Vivimos en una democracia avanzada pero una sociedad que no tiene un equilibrio económico no es una sociedad justa”, afirma categórico y con una sonrisa en sus labios y continúa diciendo “el reforzamiento de los poderes tradicionales puede hacer peligrar ciertas libertades como la de expresión”.
El protagonista de “El peor de los tiempos” es Eladio Monroy. No es policía ni detective. Ni siquiera periodista. Es pensionista de la marina que complementa su mísero salario con encargos bajo cuerda. No usa armas, su única defensa se la proporciona un bolígrafo que puede ser letal.
Con ésta novela son ya cinco las entregas de este héroe trasnochado y sarcástico. Como señala Alexis Ravelo, “las primeras entregas tuvieron mucho éxito en Canarias, pero en la península pasaron prácticamente desapercibidas. Ahora, la editorial Alrevés las va a reeditar desde el comienzo. He realizado una correcciones al los texto y, además, tendrán un bis. Un cuento original para cada nueva entrega".
“El humor es una defensa contra el miedo”
Si Eladio Monroy es sarcástico, Alexis Ravelo es un tipo socarrón y buena persona. “Como a Galdós se me nota que soy canario por el sentido del humor”, dice entre risas. “El humor es una estrategia que nos sirve para curarnos de las situaciones desagradables. El humor es una defensa contra el miedo”, sostiene el escritor canarión mientras toma un café doble solo en una céntrica cafetería madrileña.
En esta quinta entrega de Monroy, como en todas sus novelas hay una historia de amor, una investigación y todo con una profunda carga social. También nos encontramos con temas recurrentes en la literatura de Ravelo como la identidad o el sentido del tiempo. Cambia el planteamiento pero no los argumentos. “Siempre parto de situaciones locales para llegar a lo universal, como hacia Juan Rulfo en sus novelas. Soy un gran admirador de Rulfo”, confiesa. Algo que compartimos profundamente.
"El peor de los tiempos" está llena de guiños a sus amigos y a los lectores. “Le he tenido que quitar años a Monroy para cuadrar la trama. Si Vázquez Montalbán hizo nacer a Carvalho en tres lugares diferentes por qué yo no podría quitarle años”, se pregunta razonadamente. Eso es lo que llamamos licencia poética y la verdad es que así queda perfecta la trama para sus seguidores que con la reedición de la serie serán muchos más los seguidores y ¡no sólo canarios!
“Monroy fue criado como un machote y poco a poco ha ido quitándose un montón de prejuicios”, define el autor canario a su personaje más querido. Si bien es verdad que su serie es más gamberra que sus libros más serios, como "Los milagros prohibidos"; en el nuevo libro trata cuestiones sociales que son de plena actualidad como la prostitución de menores, la corrupción de las élites, etc. “En Canarias el sentido de la justicia y de las legalidad nos los tomamos de una forma más laxa y tenemos cierta tendencia a meternos el follones”, afirma sin mirar las consecuencias que su opinión puede suscitar en las islas Afortunadas.
“Me duele que en el caso de ciertos crímenes de prostitución o corrupción de menores, cuando el culpable es alguien famoso –por dar patadas a un balón-, se pone el foco en la víctima en vez de en el culpable. Es la doble moral de una sociedad que protege al famoso y no a las personas que sufren ese acoso”, opina el escritor de manera inteligente y valiente.
También, mantiene que su detective amateur “no es una persona especialmente inteligente. Resuelve sus casos a base de golpes. Eladio es un tipo que tiene dos cosas: su bolígrafo y su agenda de teléfonos”. Aunque no debe olvidarse que en muchas ocasiones tira de sus amigos para resolver los caso que acepta,pese a que sea un personaje solitario y un tanto misógino. “La amistad es fundamental. Yo soy amigo de muchísima gente que otros pensarían que no me tomaría ni un café con ellos. Los amigos lo son al margen de su ideología. Algo que podrían aprender los políticos”, concluye Alexis Ravelo.
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