“Animales domésticos”, de Teresa Viejo

A "Animales domésticos” la podríamos calificar como una novela erótica con rasgos de thriller psicológico, porque esta faceta está muy presente en toda la trama del libro. La protagonista, Abigail -un nombre que se nos antoja asociado a los culebrones sudamericanos que asolaban nuestras televisiones comerciales- es una mujer de hoy en día con un marido adicto al sexo, algo que internet ha puesto al alcance de todas las personas.

La periodista de Tarifa suele decir que es una persona muy tradicional en cuestiones de amor, pero su novela es todo lo contrario. Tanto Abigail como su marido son personas que buscan y encuentran en el sexo una cierta diversión con un componente de aventura. Quizá ella por despecho y él por enfermedad. La protagonista realiza en la novela una investigación sobre las costumbres sexuales que le oculta su marido y la sorpresa no puede ser mayor con lo que averigua. Un proceso que tiene mucho de novela negra ya que se desarrolla en escenarios sórdidos y bastante morbosos.

La novela corre el riesgo, de convertirse en una novela erótica al uso, tipo la infame saga de 50 sombras. Esta carece totalmente de guion y es una ramplona novela pornográfica, sin embargo la novela de Teresa Viejo bordea más el erotismo, ya que el libro está sustentado por una trama más creíble que la de la novelista británica. La investigación que emprende Abigail está movida por el rencor hacia un comportamiento que no entiende de su marido; que aparentemente lleva una vida familiar normal, que incluye a un pequeño vástago.

La novela está escrita en primera persona, siempre a los ojos de Abigail; de tal manera que el único punto de vista que conocemos es el de la protagonista. Las personas que se cruzan en su camino y que aportan unas tramas secundarias que ayudan al sostenimiento de la novela, realmente no aportan grandes cosas a la trama principal, por ejemplo el estrafalario caso de una supuesta compra de un piso de una anciana.

En “Animales domésticos”, Abigail está omnipresente, hasta tal punto que su marido sólo aparece por referencias durante casi toda la novela. Es un marido ausente, lo cual aprovecha la protagonista  para investigarle e intentar conocer sus comportamientos y, lo que es más importante, sus motivaciones y sus engaños. El papel de la amiga psicóloga de Abigail aporta una gran dosis de intriga. Algo que sabe manejar la autora a la perfección.

La intriga de la novela va in crescendo en todo su desarrollo, llegando a determinados momentos de una fuerte tensión que la estalla a la protagonista, no así a la autora que sabe manejar con mano firme dichos momentos. La atmósfera es un tema fundamental en la obra. Teresa Viejo se nos muestra una escritora experimentada que sabe tanto manejar las atmósferas agobiantes como las descripciones que hace de ciertos escenarios posmodernos y, hasta ciertos punto, peligrosos.

Estamos, pues, ante una novela entretenida que no tiene las pretensiones de algunas de sus obras anteriores. Una novela de corte romántico-erótico que nos descubre las tendencias sexuales en la actualidad, donde se han perdido ciertos valores humanos que dan más importancia al deseo que a lo que realmente importa que es el amor.

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