El teatro, el cine y sus continuas entrevistas en los medios de comunicación le han entrenado como a pocos para la repentización. Esa es la raíz de su nuevo libro, el decimosexto que publica, donde, además de incluir una selección de sus cuentos, el autor se sometió, a lo largo de varias jornadas, al reto que le propuso su impenitente amigo Alfredo García, conserje del Hotel Intercontinental de Madrid. Este desafío consistía en que Pedro escribiera en la barra de la recepción del hotel relatos inventados con títulos que su compañero, Alfredo, imponía. Una provocación sin parangón que Pedro, un artista sin filtros, no dudó en aceptar.
Papel, lápiz y tres minutos. Las manecillas del reloj giran y el final del tiempo se acerca. Una enriquecedora experiencia con un cierto toque de locura que extrae al Pedro más auténtico. "A contra reloj y otros relatos" (Algaida), su nueva obra, son 307 páginas de ingenio, destellos de sus ocurrencias, metáforas y puntos de vista. Un serio y rico divertimento: ¿Acaso la vida es otra cosa?
El resultado lo podemos encontrar a lo largo de estas páginas. Acción reacción. Ideas sin filtro. Literatura a quemarropa. Tic, tac: Cuentos contra reloj. Una trayectoria intachable le avala. Diversos escenarios cuentan ya con su huella personal. Nominado al Goya en ‘Moros y Cristianos’, habitual de los escenarios de teatro, compositor y autor de sus propias canciones, reconocidísimo comunicador de diferentes e innovadores géneros televisivos (“Estudio Estadio”, “Como Pedro por su casa”) y radiofónicos… Como vemos, una voraz trayectoria donde la literatura también ha contado con un espacio importante.
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